
BBVA descarta que el Gobierno vete la fusión con Sabadell si sale adelante la opa, como espera, y considera que aún así la operación tiene sentido porque extraería "la mayor parte" de los 850 millones de euros en sinergias proyectados. El consejero delegado del grupo vasco, Onur Genç, consideró hoy "improbable" tal escenario pese al rechazo insistente del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, glosando las bondades de la transacción: "Pensamos que es una opa buena para España y pensamos que las ventajas de esta operación las van a acabar entendiendo todo el mundo, incluido los políticos, porque dará lugar a una entidad mucho más sólida y mucho más rentable".
"Europa necesita crecimiento y España también, y tener un banco más sólido y más rentable es bueno para España", elaboró durante la presentación de los resultados semestrales del banco donde aseguró que la entidad fusionada aportaría 5.000 millones adicionales en financiación.
El banquero se mostró confiado en un cambio radical de opinión del Ejecutivo porque el BBVA se afanará en trasladárselo mejor y porque su convencimiento llegará con el propio proceso, ya que antes deben dar el visto bueno a la transacción el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), junto a otras numerosas autoridades de diferentes países. La última palabra para la opa la tendrán los accionistas de Sabadell que deberá decidir si aceptan el canje de un título de BBVA por cada 4,83 del catalán.
"El Ministerio de Economía evidentemente puede decir que no a la fusión. Sin embargo, hasta que llegue esa fase, muchas de las dudas que el Gobierno pueda tener también las habrán evaluado otros como Competencia, el BCE y otras muchas instituciones", deslizó.
BBVA cifró al lanzar la opa en 850 millones de euros las sinergias que obtendría: 750 millones por reducción de costes y 100 millones asociadas a gastos financiero. Hoy desglosó dichas cifras y desveló que prevé economizar 300 millones o el 35,93% en la partida de personal y otros 450 millones en gastos administrativos y de tecnología. Avanzó que echará el cierre a 300 sucursales de las 870 que el grupo fusionado tendría a una distancia inferior a 500 metros, y equivale a un 10% de la red conjunta.
Genç garantizó que, incluso, en el escenario de no fusión saldrían los números: "Incluso en ese escenario tan improbable, la mayor parte de las sinergias se generarían igual", expuso.
En apoyo a su previsión detalló que BBVA tiene más de 3.000 millones de costes en España y Sabadell otros 2.000 millones, excluido el británico TSB, lo que eleva la factura combinada a 5.000 millones, de los que se prevé economizar un 17% vía sinergias. "Estamos muy tranquilos con las cifras que hemos puesto sobre la mesa", zanjó frente a las dudas sobre los cálculos expresadas por el Sabadell.
Impacto en las plantillas
No quiso adelantar el impacto en personal de esos 300 millones aunque sí garantizó que se lograrán en buena parte aún sin fusión por las posiciones redundantes, sobre todo, en desarrollos informáticos y tecnológicos, y garantizó que será ajustes pactados con la representación sindical. Sí incidió en que serán, en cualquier, caso un ajuste de costes en personal "bastante inferior al de otras transacciones comparables" porque ambos bancos han acometido reestructuraciones "importantes" en los últimos cinco años.
Apuntó que el esfuerzo mayor será en "costes de desarrollo de software, que son la parte fundamental de los costes de tecnología" tales como añadir funcionalidades a una app y descartó que implique el cierre del centro de datos en Valencia o el centro operativo en Sant Cugat porque la entidad necesitaría dichos servicios. Indicó que en BBVA su coste en tecnología en España alcanzó los 1.000 millones el pasado año.
Una transacción para crecer no para economizar
Genç defendió el racional de la transacción: "La lógica económica es innegable y pienso que los accionistas del Sabadell lo verán". Al respecto expuso que se trata de una apuesta decidida por el negocio de pymes y por "hacer crecer la franquicia de Sabadell", no de meter tijera pese a las sinergias. "No es una transacción de costes, es una transacción de crecimiento", explicó.
El banquero está convencido de que la opa triunfará porque la oferta incluye una prima del 30% sobre la cotización previa a lanzarla y del 50% sobre su cotización de los tres meses previos. Agregó que aportará un aumento del beneficio por acción (BPA) para los accionistas de Sabadell del 27% que atribuyó a cálculos de analistas.
Desde que BBVA lanzó la opa, pese al rechazado del consejo de administración del banco catalán, Sabadell ha acelerado su beneficio y elevado su promesa de dividendo a 2.900 millones para 2024 y 2025 frente a los 2.400 millones previos. "Yo creo que lo verán muy claro, tanto el inversor minorista como el institucional", apuntó, deslizando que ambos bancos comparten muchos accionistas y los inversores de BBVA apoyaron la ampliación en junta con un 96% de los votos.
Descartó que la oferta haya perdido atractivo alegando que ese aumento del 27% debería incluir las nuevas proyecciones y reiteró que BBVA no elevará el precio: "No tenemos intención ni necesidad de mejorar la oferta", insistió.
En cuanto a la aprobación de la CNMC y los potenciales compromisos que fije o si obliga a desgajar parte del negocio de Sabadell para venderlo a un tercero se mostró confiado en que autorizará la transacción con condiciones parecidas a otras operaciones previas.
La confianza del banco la sostiene en que no alcanza la cuota donde la Comisión Europea obliga a un escrutinio superior como llegar al 25% de cuota de mercado o que el banco adquirido supere más del 10% del comprador. Por último y como argumento a favor de que los condicionales de la CNMC deberían ser gestionables, expuso que el mercado español es muy competitivo como lo revelan que los precios en créditos a empresas o hipotecas sean inferiores a los existentes, por ejemplo, en Alemania.
No obstante, reconoció la función de la CNMC y que el banco estará a lo que dicte: "Nosotros operamos en muchos países y la solidez de las instituciones españolas es altísima y en ese sentido la CNMC es una entidad independiente, con una reputación intachable y por lo tanto, todo lo que digan al respecto nosotros lo respetaremos y lo cumpliremos", agregó.