
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha salido en tromba tras conocerse el anuncio de BBVA de lanzar una OPA sobre Banco Sabadell, entidad que actualmente tiene su sede en Alicante, donde se trasladó por el 'procés' en Cataluña. Mazón ya había mostrado su preocupación y disgusto con una posible fusión por la fuerte concentración que generaría.
Ahora, el líder del PP valenciano ha manifestado su "absoluto" rechazo a la oferta pública de adquisición (OPA) hostil sobre el 100% de las acciones del Banco Sabadell realizada por BBVA al considerarla como "una operación que destruye valor, trabajo, territorio y competencia" en un comunicado oficial de la propia Generalitat.
Según Mazón, la operación "va en contra de la provincia de Alicante, de la Comunitat Valenciana y del consumidor". El político valenciano llega a asegurar que la OPA presentada por el banco "no tiene ningún sentido, no aporta nada nuevo".
Incluso va un paso más allá en sus criticas al cargar contra lo que considera "la soberbia" mostrada por el BBVA, que llega a calificar como "absolutamente intolerable".
Llamamiento para frenarlo
El jefe del Consell ha realizado un llamamiento "a la unidad de toda la sociedad de la Comunidad Valenciana" para que "reaccione en consecuencia y conseguir entre todos que esta operación no culmine".
Mazón, junto a la patronal autonómica CEV y las Cámaras de Comercio, había dejado claro el disgusto por la posible pérdida de la sede de Sabadell y la fuerte concentración en el mercado financiero que generaría la operación. La suma de BBVA-Sabadell junto con CaixaBank concentra uno cuota de cerca del 60% del negocio bancario en Comunidad Valenciana.
La virulencia con la que ha saltado públicamente e incluso el llamamiento a reaccionar contra la operación empresarial contrasta con el discurso económico que el propio Mazón ha transmitido de "dejar hacer" a las empresas frente al intervencionismo que denunciaba del Gobierno de coalición de izquierdas de Puig y del propio Pedro Sánchez.
Curiosamente, el BBVA es uno de los tres mayores financiadores de la tesorería de la Generalitat Valenciana según el último contrato que se adjudicó a principios de año. Con 355 millones de euros de líneas de financiación, está por detrás de CaixaBank y Santander. Paradójicamente, el 'alicantino' Sabadell se quedó fuera de ese contrato de líneas de financiación en el que se incluyeron a 8 entidades.
La patronal: perjuicio a Alicante
La patronal autonómica, la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), tampoco ha tardado en reaccionar para mostrar su postura contraria a esta nueva macrofusión bancaria, aunque en un tono menos agresivo que el de Mazón. Para la CEV, "partiendo del respeto absoluto de la libertad de empresa, considera que la OPA hostil lanzada por el BBVA al Banco Sabadell, pese a que posiblemente cumpla con todos los requisitos legales y procedimentales, de prosperar, restringiría todavía más el abanico de posibilidades de financiación de las empresas de la Comunidad Valenciana".
Los empresarios valencianos recuerdan que la concentración del sector bancario en España ya es muy elevada. "Los cuatro primeros bancos ya acaparan el 70% de ciertos segmentos financieros, como el mercado de depósitos y cuentas, y, de hacerse efectiva esta operación, quedarían en manos de únicamente tres bancos", señala en su comunicado CEV.
Para la patronal, el triunfo de la OPA "iría en perjuicio de Alicante por la pérdida de la sede social de la entidad, que cuenta con gran arraigo en el territorio, y, por tanto, de la sensibilidad manifiesta de la entidad con el tejido productivo y social".
Desde la CEV consideran que la nueva operación elevaría la concentración en la oferta de crédito y prestación de servicios financieros a empresas y ciudadanos, y supondría un severo reajuste de entidades, oficinas y, en definitiva, de la oferta de crédito y financiación a nivel territorial.