
Aunque el foco de su expansión sigue en Cataluña, Caixa Enginyers -que opera en el resto de España con la marca Caja Ingenieros- crece fuera de su territorio de confort. La entidad cooperativa abrirá una nueva flagship en Madrid, frente al Retiro, que liderará y gestionará toda la operativa fuera de Cataluña. Más allá de ganar metros cuadrados, el banco busca también un buque insignia para aumentar su presencia en la capital a la par de trata de ganar visibilidad en otras ubicaciones en las que está presente, como Mallorca y Alicante.
El director general de Caixa Enginyers, Joan Cavallé, explica a elEconomista.es que la nueva oficina se ubicará en el número 15 de la calle O'Donnell, un espacio ocupado hasta hace aproximadamente un año por Banco Santander, y abandonará la oficina histórica en el barrio de Salamanca. "Será nuestro buque insignia, allí habrá espacio para banca de particulares, banca privada y banca de empresas", detalle el dirigente.
Este mes de marzo, la compañía ya remodeló su oficina histórica en la barcelonesa Via Laietana con la nueva imagen que también estará presente en la sucursal madrileña, que abrirá las puertas en las próximas semanas.
Desde allí, la entidad centraliza toda la operativa fuera de Cataluña. De hecho, el actual director de servicios al socio fue durante años el director de zona en Madrid. "Tenemos la intención de seguir apostando por la plaza", añade. Eso sí, el modelo es diferente: en el resto de España, trabaja mucho más con "administraciones públicas, empresas y banca privada" frente al modelo clásico de banca para particulares que tiene en Cataluña. "Fuera en un modelo opuesto, no tanto de cifras y más especializado y enfocado a operaciones más importantes", compara.
La compañía gana visibilidad en Alicante y Mallorca
Su apuesta por la enseña Caja Ingenieros también pasa por ganar visibilidad a pie de calle en otras localizaciones. Por ello, sacó a la calle las oficinas que tenían en el interior del Colegio de Ingenieros de Mallorca y Alicante, otro colectivo al que está fuertemente vinculada por razones históricas obvias. "Es cierto que no somos una entidad que esté masivamente en la calle, pero sí que estamos presentes", añade Cavallé.
Y es que, aunque la entidad ha abierto nueve oficinas desde 2018 frente a la tendencia del sector de cerrar sucursales, se plantea: "¿Cuántas oficinas necesitamos y para qué? Con la revolución tecnológica existente, es una reflexión que nos hacemos". La expansión a nivel de huella parece más vinculada al modelo catalán, con proyectos como el concurso ganado junto con Caixabank para ofrecer oficinas móviles en 503 municipios de la autonomía que no tienen sucursal.
Más allá de su presencia con marca propia este mismo marzo Caja Ingenieros vendió el 10% que tenía de Norbolsa a Kutxabank, que pasó a hacerse con la totalidad de la sociedad. "Kutxabank quería reforzar su división de banca de inversión, no solo haciendo de broker sino cogiendo también posiciones de balance, y tenía todo el sentido del mundo que nosotros no participásemos", justifica.
La firma catalana, eso sí, mantiene su vinculación con la entidad con un contrato a medio plazo para seguir utilizando sus servicios.