El cambio climático está obligando al sector seguros a realizar un cambio de estrategia, pues que cada vez son más los efectos que produce que se quedan sin asegurar. De hecho, según datos proporcionados por Mirenchu del Valle, presidenta de la patronal Unespa, siete de cada 10 daños provocados por fenómenos meteorológicos no están cubiertos por las pólizas.
"Una de las principales dinámicas de cambio con las que tenemos que lidiar es el clima. Solo un 30% de los daños que se producen por fenómenos naturales en Europa está asegurado. Por eso, es imprescindible promover el aseguramiento. Cerrar esta brecha de protección debe ser un objetivo de todos por igual: la ciudadanía, el tejido productivo, las administraciones públicas y, por supuesto, la industria del seguro", ha asegurado la presidenta de Unespa durante su intervención en la inauguración de la Semana del Seguro, organizada por Inese.
Esto se debe a que cada vez se producen fenómenos climatológicos más severos, con mayor frecuencia y que afectan a extensiones de terreno más amplias.
"Ya se trate de lluvias torrenciales, fuertes vientos, inundaciones, pedrisco, nevada o, todo lo contrario, la sequía. Los daños sobre los bienes de las personas y las actividades productivas son recurrentes y el seguro debe saber adaptarse a esta situación", ha apuntado del Valle.
Pese a que la del Valle ha puesto como reto para el sector que se adapte a esta nueva realidad, la presidenta de Unespa cree que "España dispone de las herramientas para hacerlo: la mutualización del riesgo y la colaboración público-privada".
En esta colaboración público-privada juega un papel fundamental el Consorcio de Compensación del Seguro (CCS). Se trata de un organismo público que se hace cargo, de los daños climáticos de carácter catastrófico y extraordinario.
El problema recae en este último término: extraordinario. Al tratarse de fenómenos cada vez más frecuentes, cada vez tienen menos de extraordinarios. Es por eso, que uno de los retos que pone el sector sobre la mesa es que el Consorcio se haga cargo de más daños provocados por catástrofes naturales.
Los efectos del cambio climático están provocando un encarecimiento de las pólizas del 27% en el último trienio y con el nivel de siniestralidad alcanzando cifras históricas. Eventos como Filomena o la sequía que en la actualidad está golpeando a varios territorios de España ha derivado en que el recibo de las primas haya pasado en total de 797,8 millones de euros en 2020 a 1.011 millones el año pasado, según los datos del último informe de Agroseguro.
Otros retos para la industria
La presidenta de Unespa también se refirió a otros asuntos pendientes del sector, como es el aseguramiento de los vehículos de movilidad personal o VMP. Sobre estos, pidió que el Estado defina pautas para cubrir los sucesos de responsabilidad civil que se deriven del uso de los mismos "de manera homogénea en toda España", con un marco de responsabilidades y garantías común, y que no quede "al arbitrio de la normativa local, como ocurre en la actualidad".
Sobre la inteligencia artificial, la presidenta de Unespa defendió los beneficios que aporta al sector en cuanto a proveer productos adaptados a las exigencias del cliente, mejorar la prevención, reducir la siniestralidad y permitir a las entidades dar cobertura a riesgos que hasta el momento no eran técnicamente asegurables, al tiempo que se tienen medidas para "mantener a buen recaudo" los datos de los clientes ante posibles ciberataques.
