
Banco Santander pagará 338,5 millones por el impuesto extraordinario al sector este año. Así lo ha confirmado Ana Botín, presidenta ejecutiva del banco, al tiempo que ha reiterado la discriminación que supone este gravamen con respecto a otros sectores. "No se puede penalizar a un sector más que a otro por supuestos beneficios extraordinarios con márgenes del 2%", apuntó.
"No hemos cambiado de opinión. La mejor manera de recaudar más impuestos es que las empresas ganen más y crezcan", reconoció Botín. En este sentido, apuntó que ningún país del mundo tiene previsto que sus bancos paguen un impuesto sobre beneficios extraordinarios más allá de 2024.
La propia Ana Botín se reunió la semana pasada con el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en el contexto de una ronda de contactos con los presidentes de las diferentes entidades financieras que operan en España para tratar los diferentes temas que el sector tiene sobre la mesa.
"Ya pagamos impuestos del 53% y con este impuesto subiríamos a pagar más del 60%", recordó Botín.
Cubrir el coste del capital
Los resultados récord de 2023 de Santander (11.076 millones de euros, un 15% más que en 2022) le han permitido, según afirmó la propia Ana Botín, cubrir el coste del capital que exigen internamente en todos los mercados en los que opera la entidad gracias a una rentabilidad que, de forma conjunta, se coloca en el 15,5%. En cambio, todavía se queda por debajo de lo que exige el mercado que rondaría el 18%.
De cara a este 2024, la entidad espera mejorar los resultados cosechados en el último ejercicio ante la recuperación del crédito que comienza a verse en mercados como el español. "Vamos a tener crecimiento neto en este primer trimestre. La dinámica comercial es bastante positiva, el consumo viene fuerte".