
Manuel Azuaga renuncia a la presidencia de Unicaja tras perder los poderes ejecutivos y laminar a los cargos de la antigua Liberbank. Así lo ha comunicado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este mismo viernes en una nota en la que señalan que todavía no tiene sustituto.
"El Sr. Azuaga ha señalado que, una vez culminada en todos sus aspectos la fusión con Liberbank, finalizado el periodo transitorio previsto en la misma, así como culminados distintos procesos en el ámbito de la gobernanza de la Sociedad con los acuerdos adoptados en la Junta General Extraordinaria celebrada recientemente, es el momento idóneo para su relevo en el cargo y poner fin a su carrera desarrollada en Unicaja Banco desde su constitución en el año 2011, y en las entidades que lo precedieron, desde 1986", señala el comunicado.
Este movimiento llega después de que el pasado mes de septiembre la antigua caja malagueña diera un paso más en los cambios organizativos que comenzaron antes de verano y terminasen con el hasta entonces consejero delegado Manuel Menéndez y decidiesen nombrar como sustituto a Isidro Rubiales. Con él, y en diferentes etapas, salieron los accionistas del banco que estaban ligados a la antigua caja asturiana.
Ahora, el Consejo de Administración activa el plan de sucesión para la selección del candidato a sustituirle. En el proceso se contará con el apoyo de un consultor independiente.
Una transición ordenada
El adiós de Azuaga de la presidencia no ejecutiva de Unicaja responde al esquema de salida ordenada que se planteó meses antes incluso de que Manuel Menéndez abandose el banco.
En anteriores ocasiones, el asesor externo para los planes de sucesión en la casa han pasado por las manos de Spencer Stuart. También el proceso de reevaluación del propio Menéndez que se interrumpió por su salida.