
El italiano BFF Banking Group ha encontrado en España un mercado clave para captar depósitos con los que financiar la actividad de factoring. En apenas un año, el saldo de clientes que gestiona en este tipo de imposiciones ha escalado desde 307 a 1.744 millones de euros a escala grupo -entre junio de 2022 y junio pasado- y alrededor de 1.500 millones proceden del mercado español, frente al saldo inferior a 100 millones que contabilizaba un año atrás.
Su éxito responde al atractivo catálogo en un escaparate donde sigue sin entrar la gran banca: su Cuenta Facto retribuye hoy un 3,29% los ahorros depositados a plazos de tres meses y alcanza el 4,06% si se contrata a seis o doce meses, uno de los productos más generosos en escaparate.
BFF se reveló, de hecho, entre los primeros que volvió a retribuir el ahorro y mantener su remuneración en lo más alto de la oferta desde que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a subir los tipos.
"Podemos ofrecerla, aparte de por la subida de tipos del BCE, porque nuestro negocio es bastante bueno. Es sólido y tiene muy poco riesgo", explica Javier Molinero, director general de BFF en España. "El dinero de mis clientes no es para especular con oro, criptomonedas o activos de riesgo, sino para comprar deuda pública", agrega.
BFF es un grupo financiero europeo especializado en factoring sin recurso: con el dinero que capta compra a sus empresas clientes, sobre todo a grandes farmacéuticas, las facturas que tienen pendientes de cobro con las administraciones públicas. Les anticipa los fondos para que no tengan que esperar a su abono asumiendo cualquier riesgo asociado al pago, sobre todo, en términos de plazos porque la morosidad del sector público es nula.
Su primer cauce de fondeo es DEPOBank, filial de depositaría del grupo, y los depósitos se han convertido en la segunda fuente de financiación.
A diferencia de la banca tradicional o retail, BFF no busca captar clientes a los que vincular y rentabilizar con la contratación de otros productos, sino atraer los recursos que precisa para el factoring, de forma que sube o baja la retribución del depósito en función de esa necesidad.
Su depósito admite aportaciones a partir de 5.000 euros y por un máximo de tres millones de euros, sin exigir mayor vinculación o llevar la nómina, con la única condición de no poder realizar rescates anticipados.
"Puedes seleccionar en el calendario el día de vencimiento, pero una vez puesto no se puede cancelar porque yo con eso hago provisión para mi uso en factoring y no puedo correr el riesgo de necesitar X millones para hacer una operación y que dos días antes se me vacíe la caja", expone.
Frente a las reticencias que pueda tener el ahorrador, explica que el Fondo de garantía de depósitos italiano al que está adherido BFF "opera exactamente igual que el fondo de garantía español o portugués" -cubren hasta 100.000 euros-.
En España es uno de los principales operadores en factoring o compra de crédito comercial a empresas con el sector público. Llegó en 2010 y entre 2017 y 2019 ha escalado el negocio de factoring desde 400 a 1.900 millones de euros.
"Hemos casi multiplicado por cinco el volumen de negocio", indica. Además de en España e Italia, el grupo opera como especialista en factoring en Francia, Portugal, Grecia, Croacia, Polonia, República Checa y Eslovaquia.