
Las reclamaciones por fraude de tarjetas subieron de forma muy relevante en el último año mientras las que tienen por objeto un préstamo hipotecario se desploman. Esta es una de las principales conclusiones que se obtienen del Informe de Reclamaciones presentado por el Banco de España (BdE) este mismo viernes en el que se reseña que la tramitación de este tipo de estas solicitudes se devolvieron a los clientes algo más de seis millones de euros en el último año.
Hay tres productos bancarios que son los que generan las tres cuartas partes de las reclamaciones. El primero en esta lista es tarjetas, con un 37,4%, que ha crecido de forma relevante en los últimos años, sobre todo motivado por el aumento del número de transacciones. En lo que llevamos de este ejercicio, las reclamaciones por esta materia se habrían estancado, de acuerdo con los datos provisionales que maneja la entidad.
Las reclamaciones relativas a hipotecas están descendiendo hasta el 18,1% desde el 33% que representaban en 2021 por la norma de crédito inmobiliario que clarifica las condiciones, lo que las relega al tercer puesto. En medio se encuentran las cuentas corrientes, con un 22% de las reclamaciones.
En números absolutos, destacan las operaciones fraudulentas (normalmente a través de la operativa con tarjetas pero también a través de otros métodos de pago) que se coloca en los 10.361, más del doble que el año anterior. Pese a ello, estos pagos apenas afectan al 0,01% de los 102 millones de tarjetas en uso. En el lado contrario, las que más bajan, son las que se interponen por gastos de formalización de préstamos hipotecarios, que se reducen de casi 6.000 en 2021 a apenas 1.400 en el último ejercicio completo.
Del total de algo más de 34.000 reclamaciones que se recibieron en el regulador bancario durante 2022, casi la mitad de ellas se resolvieron de alguna forma, bien porque la propia entidad llegó a un acuerdo con el cliente (7.724) o a través del pronunciamiento del propio regulador (8.454). Destaca, además, el aumento de los acuerdos entre banco y cliente. "Muchas veces el coste de la reclamación es mayor que la cantidad reclamada, por lo que el banco decide allanarse", apuntan.
Con respecto a aquellas reclamaciones que los clientes presentan en los diferentes bancos, en 2022 se presentaron 840.311, una cifra que se ha reducido de forma notable desde las más de 1,3 millones que se recibían en 2017. De ellas, 551.644 fueron resueltas por los bancos en contra del cliente y algo más de 34.000 pasaron al sistema del BdE.
Código de buenas prácticas
Las reclamaciones por las hipotecas, como ya se ha señalado con anterioridad, han caído de forma relevante en los últimos años. Tanto es así que en un momento como el actual de subida de tipos de interés y puesta en marcha de códigos de buenas prácticas no ha supuesto un repunte. Así, en el año 2022 no se recibieron reclamaciones sobre el código de buenas prácticas hipotecario que se puso en marcha el pasado mes de noviembre. En cambio, desde la institución adelantan que en este año 2023 sí que se han comenzado a recibir reclamaciones al respecto, pero la cantidad es muy comedida.
De hecho, apenas suponen un 2% del total de las reclamaciones recibidas hasta el 30 de septiembre. La mayor parte de los motivos de estas 468 reclamaciones por el código de buenas prácticas hipotecarias hasta cierre de septiembre se debe a la denegación del mismo.
En el lado de las consultas, el BdE constata un aumento de las mismas, sobre todo aquellas que llegan por medios escritos, mientras se mantienen las telefónicas.