
Las subidas de tipos de interés, que el Banco Central Europeo (BCE) lleva efectuando desde julio de 2022 para combatir la inflación, han abierto nuevas oportunidades para obtener rentabilidad dejando el dinero en una cuenta del banco. Numerosos bancos ya intentan seducir a clientes y potenciales interesados para que guarden sus ahorros con ellos.
Aunque las ofertas son muy dispares, algunas entidades financieras ya permiten obtener rentabilidad de en torno al 5%. Y si bien una cuenta remunerada con TAE de 2% o 4% no servía para combatir la inflación hasta hace bien poco, con el IPC moderado al 3,2% en mayo sí que comienzan a resultar interesantes.
La utilidad de una cuenta remunerada
Este producto financiero es útil para contar con dinero que se necesite poseer en líquido. Al ofrecer un interés por el dinero que se deposite en ella, entonces se trata de un colchón formado por ahorros y que puede proteger de un emergencia. Además, aunque la rentabilidad que ofrezca sea baja, permite una mayor flexibilidad que otros productos como las cuentas de ahorro. Esto es, deja realizar ciertas operaciones como domiciliar nóminas o disponer de tarjetas asociadas.
Sin embargo, a pesar de la importancia del factor rentabilidad, se deben de tener en cuenta otras varias características para valorar si uno apuesta por una cuenta remunerada:
1. Requisitos
-Domiciliación de nómina o pensión: De los más habituales, y muy importante, pues no todo el mundo cuenta con una nómina mensual o puede cambiar la misma a otro banco.
-Permanencia: Esta es importante en momentos como el actual, donde las entidades compiten con sus productos financieros.
-Recibos: Otro requisito común, que por ejemplo puede ser la obligación de domiciliar dos o tres recibos, y quienes no puedan hacerlo no obtendrán la remuneración que el banco ofrecía en un comienzo.
-Compras con tarjeta: Este requisito implica realizar una determinada cantidad de adquisiciones, y si el usuario no alcanza ese umbral perderá su remuneración.
-Depósito mínimo: Algunas entidades exigen 2.000, 3.000 o mayores cantidades para abrir una cuenta remunerada para el interesado.
-Saldo en cuenta: Parecido al anterior, consiste en contar con un saldo medio o mínimo específico en el depósito.
2. Comisiones y costes
Ciertos bancos cobran comisiones por la cuenta remunerada, o al llevar a cabo ciertas transacciones. Es por esto que se deben leer siempre los términos y condiciones.
También es posible que la entidad obligue al cliente a contratar ciertos productos, como seguros, o mantener determinado capital en una cartera de inversión. Es importante fijarse en la letra pequeña.
3. Saldo máximo a remunerar
Numerosas cuentas remuneradas limitan el saldo máximo, sobre el que calculan los intereses que aplican. Una cuenta al 2% TAE anual, por ejemplo, remunera un máximo de 1.000 euros. Esto quiere decir que el titular del producto financiero no será remunerado por cantidades que superen dicha cifra.
Siguiendo el mismo ejemplo, la remuneración sería de un máximo de 20 euros al año, sin importar el ahorro del cliente, debido a ese tope de 1.000 euros (2% de 1.000 es 20).
4. Plazos de remuneración
Algo muy importante, en lo que pocas personas suelen fijarse. Las cuentas que ofrezcan pagos más regulares (mensuales o trimestrales) se benefician del interés compuesto, ya que si el ahorro se mantiene entonces la remuneración será mayor, gracias al aumento del saldo disponible.
5. Reputación de la organización
Desde Finect aconsejan comprobar el historial del banco con estos productos, consultar las reseñas de otros usuarios, y también informarse sobre la estabilidad financiera del mismo. Por ejemplo, una oferta con una gran rentabilidad podría no ser de fiar, o quizás simplemente la entidad lleve poco tiempo en España y no sea muy conocida.
6. Más cuestiones
Más allá de la cuenta en sí, es aconsejable también observar ciertas cuestiones sobre la entidad financiera:
-Funcionamiento de sus aplicaciones.
-Funcionamiento del servicio de atención al cliente.
-La oferta de otros productos por parte del mismo.