Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Popular lanzaron en 2015, con el respaldo del Ministerio de Economía, el Proyecto Phoenix para ayudar a empresas industriales de un tamaño medio con una deuda muy elevada pero cuyos negocios eran viables. Se apuntó entonces a una suerte de banco malo para pymes por el que acometerían su reestructuración, garantizarían su futuro y, en última instancia, venderían sus participaciones.
A través de este plan las entidades financieras entraron en el capital de cuatro empresas: GAM (General de Alquiler de Maquinaria), Bodegas Chivite, Condesa Tubos y Sten (Sistemas Técnicos de Encofrados). Con la reciente desinversión en esta última, los bancos ya han salido del accionariado de todas ellas.
Entre 2015 y 2017 los bancos reestructuraron 685 millones de deuda de las cuatro compañías: GAM, Bodegas Chivite, Condesa Tubos y Sten
Phoenix gestiona las empresas viables para recuperar parte de su deuda, con un plazo máximo, a priori, de cinco años. El foco se dirigía a empresas de entre 200 y 500 millones de euros de cifra de negocio y que, aunque son viables, requerían el apoyo bancario para reducir su endeudamiento e impulsar su actividad. Con la reestructuración, los bancos se convirtieron en los principales accionistas de las compañías, pudiéndose mantener los anteriores propietarios, pero con una posición minoritaria.
Entre 2015 y 2017 los bancos reestructuraron 685 millones de deuda de las cuatro compañías. En el primer año de vida del Proyecto Phoenix refinanciaron GAM, Chivite y Condesa y en 2017 se sumó Sten. Aquel año las entidades ya traspasaron la bodega navarra Chivite al Grupo Peralada. En 2018, Francisco Riberas, dueño de Gestamp, adquirió GAM y a finales de 2021 ArcelorMittal se hizo con el 100% de la vasca Condesa -ya tenía el 33%-.
