
El embrollo judicial que enfrenta desde 2022 al gigante del capital riesgo JZ Internacional con sus dos gestores en España y la cúpula de Gedesco Finance salta de escala con un nuevo frente. El fondo norteamericano ha interpuesto una querella en Valencia a cinco directivos y sus firmas patrimoniales acusándoles de montar una estructura societaria para tomar participaciones de control en una veintena de compañías valiéndose de los recursos humanos y financieros de Gedesco, propiedad en un 67,33% del fondo, sin que JZI tuviese conocimiento alguno.
La querella, presentada el pasado 12 de abril y que aún está pendiente de ser admitida a trámite, es contra los gestores de JZI en Europa (Miguel Rueda y Ole Groth) y la patrimonial Magina Inversiones, participada al 50% por ambos; el fundador y consejero delegado de Gedesco, Antonio Aynat, y su patrimonial Venalta Capital, el también fundador y gestor de la firma Javier García Escrivá (y su patrimonial Ahthophilia Capital) y el responsable financiero y contable de Gedesco, José Luis Villafranca.
Según las fuentes consultadas, les imputa utilizar la bautizada como 'Trama Stator' para desviar 100 millones de euros de Gedesco con los que entrar en, al menos, 19 compañía y solicita al tribunal investigar si, con su actuación, cometieron los delitos de estafa, falsedad contable y en documento mercantil, apropiación indebida, administración desleal, imposición de acuerdo lesivo, uso de secreto de la empresa e impedimento del ejercicio de derechos societarios.
JZI entró en el capital de Gedesco en 2007 con la compra de la participación de control y, según las mismas fuentes, el problema empezaría a incubarse cuando en 2016 los fundadores de Gedesco tratan con los dos gestores de JZI vender su participación (Aynat controla un 22,36% de Gedesco y García Escrivá el 10,11%) para crear su propio fondo con el que invertir, pero sin completar una negociación formal con JZI.
El escrito imputa a esos cuatro directivos el uso irregular de la estructura de Gedesco a partir de ahí (personal, instalaciones, consultores, proveedores, etc) para rastrear e identificar oportunidades de inversión en empresas donde tomar después participaciones, en la mayoría de los casos, superiores al 51%, con fondos otorgados por Gedesco.
La estructura de Stator, sociedad participada al 25% por cada uno de los cuatro denunciados a través de sociedades instrumentales, ejercería de pantalla gracias a una compleja red de 12 filiales, que reciben el dinero de Gedesco o de sus sociedades vía financiación para acometer las inversiones.
Para desdibujar la propiedad, será el exconseller de Economía de la Generalitat Valenciana, Máximo Buch, y su socio Ernesto Bernia, los que figuran como gestores de Stator, a través de un acuerdo de cesión de compra que actúa de pantalla, hasta que ambos se desligan cuando afloran las irregularidades.
Cuando JZI detecta a finales de 2021 irregularidades por operaciones que no les cuadran o domicilios coincidentes en sociedades comienza a reclamar explicaciones, recibiendo la callada por respuesta o, incluso, emails en tono de burla. Encarga al bufete Milbank una investigación que concluye con una querella en Nueva York a los dos gestores del fondo en marzo de 2022, y que recibirá por respuesta ocho demandas o acciones judiciales en diferentes tribunales, incluído un arbitraje en Holanda, por parte de sus dos gestores y los dos fundadores demandados de Gedesco, en menos de dos meses.
Con el conflicto abierto y según la reciente querella presentada por el fondo en Valencia, los directivos demandados argumenta que Stator era parte de la operativa de Gedesco y presentan un documento de cesión de compra justificativo con fecha de 2019, pero que habría sido creado 12 días después de que se interpusiese la primera demanda en Nueva York. Cuando Buch y Bernia conocen el problema se desligan de Stator y piden, precisamente, la suspensión cautelar del traspaso de Stator.
El detonante para la investigación fue un intento de adquirir una participación en un banco en Portugal y, según la querella, el conglomerado societario de Stator les permitió adquirir, entre otras, el 80% de la empresa de suelos y revestimientos Faus International Flooring, un 51% del Grupo Lantania, el 85% de Nius Sistemas Constructivos, un 98% del medio de comunicación Economía 3 o el 51% de la aplicación de reparto a domicilio Roombo.
Para realizar las operaciones, según la misma versión, se transmitieron la propiedad de Gedesco Finance, filial de mayor valor de Gedesco y matriz de otras tres sociedades, modificaron los estatutos de filiales y ocultaron al registro mercantil la dimisión de tres de los ocho vocales del consejo de administración de Gedesco que se producen a raíz del conflicto, en su origen, y que hubiesen impedido determinadas transacciones por carecer de quórum.
Compras de sociedades
Entre las irregularidades que recoge la querella del fondo les atribuye la compra del 80% de la empresa de suelos y revestimientos Faus, valorada en 20 millones. Era propiedad del mismo JZI, sus gestores Rueda y Groth comunican que lo comprará Inextreme, que era una de las 12 sociedades de Stator y logran cerrar la operación, pero con fondos procedentes de Gedesco y a un precio cuatro veces inferior al valor inicialmente asignado.
Para comprar el 51% de Lantania indica que se valileron de la sociedad Achiral Tech, cuya sede social se radica donde el consejero delegado de Gedesco tiene fijada la de su patrimonial y que otorga sus poderes a también fundador de la firma García Escrivá.
10 demandas cruzadas
El nuevo frente es el último de un embrollo judicial que arrancó con la primera demanda del fondo JZI en Nueva York en marzo de 2022 a Miguel Rueda y Ole Groth, sus socios directores de operaciones en Europa en los últimos 20 años y hasta ese momento. Tras esa querella, ambos directivos y los dos fundadores de Gedesco ahora denunciados interpusieron hasta 8 acciones judiciales, entre las que figuran denuncias al fondo similares.
Hace pocos días, el juzgado de instrucción 21 de Valencia suspendió, precisamente, las declaraciones previstas de los investigados (los fundadores del fondo JZI, David Zalaznick y Jay Jordan) al no apreciar indicios de delito y solicitó el archivo de las actuaciones. En su denuncia, los socios de Gedesco le acusaban de usar 80 millones de la sociedad para financiar a Ombuds, una sociedad participada por el fondo americano.