
Caja Rural de Aragón ha cerrado el ejercicio de 2022 con un beneficio de 4,7 millones de euros después de impuestos, lo que supone un 46% más que el ejercicio anterior. El margen margen bruto se ha situado en 92,7 millones de euros.
El ratio de solvencia de la entidad se ha incrementado, pasando del 17,25% de 2021 al 18,42% en 2022, situándose por encima de los requerimientos del Banco de España, según ha dado a conocer la entidad en una nota de prensa tras la celebración de la Asamblea General Ordinaria en su sede central en Zaragoza en la que se han aprobado por unanimidad de los socios las cuentas anuales presentadas por el Consejo Rector y la gestión social realizada en el pasado ejercicio.
El balance refleja que el ratio de liquidez a corto plazo es del 550%, mientras que el ratio de inversión sobre financiación es del 68%. Por su parte, los depósitos de la clientela han aumentado hasta superar los 4.084 millones de euros, un 7% de crecimiento respecto al ejercicio anterior.
Además, con la coyuntura de subida de tipos de interés, se han elevado los plazos fijos hasta el 22% frente a un 17% el año anterior. El volumen gestionado de recursos tomados de clientes también ha vuelto a crecer hasta un 3,5%, superando los 5.473 millones de euros. Destaca a su vez el crecimiento de recursos gestionados fuera de balance como fondos de inversión y planes de pensiones, a pesar de la evolución de los mercados financieros.
La morosidad se ha reducido hasta un total del 4,25%, a pesar de la coyuntura económica nacional y mundial, y ha disminuido el volumen de activos improductivos de la Caja Rural de Aragón y con una ratio de cobertura superior al 61%.
Préstamos y créditos
En 2022, Caja Rural de Aragón ha más de 8.500 operaciones de préstamo y crédito, con un volumen superior a los 475 millones de euros. El sector agroalimentario ha concentrado casi una de cada tres operaciones en este ámbito. Además, ha domiciliado una de cada tres solicitudes de las ayudas de la Política Agraria Comunitaria (PAC).
En relación a las familias y particulares, la entidad ha aumentado su peso, pasando del 48% al 55%. También ha continuado con su actividad en el segmento de pymes y autónomos, facilitando circulante comercial por más de 700 millones de euros.
Fortaleza
En la Asamblea General Ordinaria, Luis Olivera, presidente de Caja Rural de Aragón, ha hecho referencia al momento de incertidumbre que vivimos y a los "hitos económicos y sociales que tuvimos durante 2022 y que leeremos en los libros de historia. Un año más, volvimos a demostrar nuestro compromiso con la sociedad, en todos los territorios donde estamos presentes, gracias a un equipo implicado que logró cumplir con los objetivos fijados".
Olivera ha recordado que "con la fortaleza de nuestro balance y gracias a los beneficios generados, podemos reforzar nuestro compromiso con las personas, impulsando la rentabilidad social. Dos palabras, "rentabilidad" y "social" que, para una cooperativa como la nuestra, son claves".
Por su parte, el director general de Caja Rural de Aragón, Luis Ignacio Lucas, ha asegurado que la entidad sigue "trabajando para ser cada día más eficientes y rentables, pero sin renunciar a nuestra forma tradicional de relacionarnos con los clientes y a nuestros valores fundamentales: la cercanía, la sencillez, el entusiasmo y la colaboración".
Lucas ha incidido en que "compartimos con las cooperativas instaladas en nuestros municipios y las instituciones, el camino por la senda de la economía social y circular. Estamos comprometidos con las personas. El 64% de las localidades donde estamos presentes tienen menos de dos mil habitantes. Cerca de 40 oficinas están en poblaciones de menos de 500 habitantes. Nuestra presencia en el territorio lo dinamiza y contribuye a su vertebración. Creo que hoy no tiene nadie duda de ello. Un año más nos avalan nuestros hechos".
También ha destacado el apoyo de "los 115.000 socios a un modelo de entidad financiera diferente. Presente e implicada en el territorio, compartiendo los anhelos de las personas que habitan en él y trabajando junto a todas ellas y las asociaciones, colectivos o instituciones para un futuro mejor. No todo el mundo puede presumir de tener la fortuna de contar con la energía que nos aportan ciento quince mil personas".
Caja Rural de Aragón ha destinado el 50% de sus beneficios, el "pay-out" a retribuir a los socios, al Fondo de Empleo y Promoción y a la Fundación Caja Rural de Aragón, permitiéndole continuar sus acciones sociales, culturales y de desarrollo del medio rural en las provincias donde tiene establecidas su red de oficinas.
Plan Estratégico
En la Asamblea General Ordinaria, se ha dado a conocer el Plan Estratégico 2023-2025: CRisalis, coincidiendo además con la celebración del 75 aniversario de la entidad. "Para nosotros es todo un reto. Nos llevará a transformarnos en los próximos tres años en una nueva Caja Rural. Al igual que la mariposa que sale de la crisálida, es un ser distinto, pero a la vez el mismo. Todo cambia, pero nada, en esencia, lo ha hecho. Vamos a vivir una evolución transformada. Una transición hacia una realidad más grande, fuerte y memorable. Viajamos con CRisalis hacia la Caja del futuro, la Caja que todos queremos ser y de la que estaremos orgullosos de pertenecer", ha añadido.
El plan se basa en cuatro pilares estratégicos: mejora de la productividad, la rentabilidad, la eficiencia y un reforzamiento todavía mayor de la solvencia. "Queremos llevar los valores que representa Caja Rural de Aragón a más de 24.000 clientes activos nuevos. Junto a ello queremos dejar la ratio de eficiencia en el 40% o incrementar la productividad de los empleados en un 12%. Son solo algunas de las cifras que dibujan nuestro plan".
Además, ha incidido en que "mantendremos nuestra actual red de oficinas e incrementaremos el empleo en este período. Ampliaremos nuestra gama de productos buscando soluciones para las personas. Todo ello, como siempre, gracias al sobresaliente trabajo de un gran equipo. Un grupo altamente comprometido, entusiasmado y que realiza una importante labor social en el territorio".