La banca busca sacarse del balance 7.500 millones de euros en deuda con impagos a contrareloj. En el mercado hay 16 carteras a la venta de créditos morosos, con colateral y sin garantías, cuya desinversión elevaría a 15.300 millones de euros los activos problemáticos colocados a lo largo de todo el ejercicio si se adjudican, como aspiran, antes de final de año.
Hasta la fecha se han cerrado unas 23 transacciones con un valor nominal de 7.800 millones de euros y las que continúan abiertas se lanzaron hace semanas o, incluso, meses, con la expectativa de adjudicarlas o cerrar el acuerdo para el traspaso en su mayoría durante el actual mes, según estimaciones del mercado.
El proceso de 'limpieza' de balances cogió velocidad con el arranque del año frente a los 5.000-6.000 millones transaccionados en cada uno de los ejercicios 2020 y 2021 por el retorno a la normalidad post-Covid sin llegar, en todo caso, a la intensidad esperada por los operadores del mercado.
Sin ver el 'boom' esperado
La razón es que la morosidad permanece contenida (se situó en el 3,86% en agosto) frente a la convicción de que afloraría de forma significativa después de que se levantase las moratorias a los créditos de empresas y hogares y las carencias en el pago de la financiación corporativa avalada por el ICO, activadas para ayudar a los clientes a sobrellevar los apuros de la pandemia.
Las previsiones de la banca retrasan su repunte al segundo trimestre de 2023 y se presume manejable salvo que la recesión económica se agrave por la subida de tipos de interés que acabe aplicando al final el Banco Central Europeo (BCE) para aquilatar una inflación que galopa al 10,7% en la eurozona.
Aún así, desde el mercado observan carteras "más frescas" o con créditos dudosos de menor antigüedad, lo que a ojos de los expertos consultados podría reflejar el interés de la banca en desembarazarse antes de las exposiciones improductivas y se han presentado portfolios de menores tamaños o con activos más singulares.

Entre las carteras en venta figuran unas seis operaciones de financiación dudosa unsecured (crédito al consumo) con un nominal conjunto de alrededor de 1.900 millones, donde destaca la "Operación Neila" de BBVA. El "Proyecto Gas" de la Sareb sobresale a su vez entre otra media docena de carteras con garantía real o secured, y algunos activos inmobiliarios (REO) que suman 5.000 millones de valor facial. Sólo la oferta del banco malo incluye créditos inmobiliarios por valor de 1.262 millones y con 11.000 activos residenciales de garantía.
Además hay otras tres carteras de activos inmobiliarios por 350 millones, donde destaca el "Proyecto Leónidas" de Unicaja. Su valor, que excede los 200 millones, supone un 10% de los adjudicados en balance de la entidad financiera.
Las mayores transacciones
Entre las operaciones cerradas en el ejercicio sobresale Sabadell, con la venta a Hoist de una cartera de hipotecas con un valor nominal de 300 millones en el "Proyecto Cora", y otros 40.000 créditos unsecured con nominal de 832 millones al fondo Zolva; y CaixaBank, que traspasó 1.100 millones en créditos al consumo y pymes en el "Proyecto Ordesa" al fondo EOS, Axactor y Kruk; y otros 750 millones en el "Proyecto Yellowstone" a Cerberus, entre otras operaciones.
Unicaja se deshizo a su vez de créditos dañados de Liberbank con un valor nominal de 307 millones en el "Proyecto Vector" en favor de Axactor; y Kutxabank traspasó 240 millones en hipotecas con impagos en el "Proyecto Puppy" al fondo EOS y Deutsche Bank. Santander, WiZink, ING o Cetelem han sido otras de las entidades en sacar activos improductivos a la venta, donde concurren además operaciones entre inversores que buscan, en algunos casos, liquidez para otras posiciones una vez que han extraído la rentabilidad o un margen con su recobro o recuperación inicial.
Aunque el sector no observa aún indicios de deterioro, descuenta que tendrá lugar y el Banco de España no pierde ocasión de solicitar a las entidades prudencia en las provisiones y en sus estrategias de capital. A foto fija y pese a que las entidades han evacuado activos dañados con un valor nominal superior a los 155.000 millones entre 2015 y el pasado año según la consultora Axis Corporate, aún arrastran unas de las mayores losas en Europa.
El valor facial de los activos problemáticos (NPL) en balance alcanzaba en junio los 78.900 millones en la banca española, un 21,26% de los 371.100 millones en toda Europa. Supone el segundo mayor cargo después de Francia (109.700 millones) y se aleja de Italia (51.800 millones) y Alemania (30.300 millones), siguientes del ranking.
155.900 millones de euros
Es la exposición dañada (créditos morosos y activos adjudicados) que la banca española ha vendido entre 2015 y 2021 según las estimaciones de la consultora Axis Corporate.
La entidad que más habría desinvertido es Santander, al desalojar 39.000 millones; seguida por CaixaBank (24.756 millones) y Sabadell (24.606 millones). El ranking de inversones lo encabeza a su vez el fondo Blackstone (32.440 millones), junto a Cerberus (26.813 millones) y Lone Star Funds (17.070 millones de euros).
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