Banca y finanzas

El saldo hipotecario recupera niveles de 2017 tras ocho meses de subidas

  • Roza los 515.000 millones, pero está un 17% por debajo que en el 'boom'
Varias sucursales en una calle.

La compra de viviendas continúa a ritmo ascendentes desde el último trimestre de 2020, una vez pasaron los peores meses de la pandemia. Este auge por la adquisición de inmuebles tiene un efecto directo en el saldo hipotecario de la banca, que lleva ocho meses consecutivos creciendo, hasta rozar el pasado mes de abril los 515.000 millones de euros, según datos del Banco de España, un volumen que le acerca a niveles de hace cinco años. Tan solo en lo que va de año, la cartera viva de la banca ha crecido un 0,6%, y cerró el ejercicio pasado con un alza cercano al 1%.

Esta situación contrasta con la vivida en los últimos ejercicios. Desde el inicio de la gran recesión, el saldo hipotecario de la banca ha estado a la baja. Concretamente, pasó de tener un saldo vivo de 656.800 millones de euros en su momento más alto, en diciembre de 2010, a iniciar una caída continua que le llevó a perder el 23% del volumen, hasta situarse en los 504.000 millones de euros, en septiembre de 2020.

El motivo del actual crecimiento de la cartera hipotecaria es que el nuevo crédito supera a las amortizaciones, es decir, a los préstamos que se terminan de pagar, situación que había sido a la inversa en los últimos años. Tan solo en los cuatro primeros meses del año, la banca española ha prestado 21.600 millones de euros para la compra de vivienda, lo que supone un 17% que lo concedido en los mismos meses del año anterior. Hay que remontarse a 2009 para ver volúmenes de financiación similares. Concretamente, las entidades de nuestro país prestaron entre enero y abril de dicho ejercicio 23.300 millones de euros.

El Banco de España lleva desde finales del año pasado alertando del riesgo de una burbuja inmobiliaria en nuestro país por el sobrecalentamiento de los precios de la vivienda (los expertos prevén que suban un 10% este año). Aunque el supervisor reconoce que España aún no está dentro de una burbuja, como sí lo están otros países de la zona euro como Alemania, Austria, Francia, Bélgica, Eslovaquia, Finlandia o Países Bajos a los que se les ha pedido corregir los precios, hay riesgo de llegar a ella. Esto supondría que, si la burbuja estalla, los inmuebles adquiridos rebajarán el valor por el que se han comprado y con el que se han respaldado los créditos, pudiendo verse perjudicados los balances de las entidades si los clientes llegan a tener problemas a la hora de pagar sus préstamos.

Riesgo para el sector

El Banco de España alertó el pasado mes de abril que los desequilibrios inmobiliarios "supone una fuente de riesgo relevante para el sector bancario español". Bajo esta situación, reclamó a las entidades que evalúen "cuidadosamente" si tiene recursos de absorción de pérdidas suficientes.

No obstante, los niveles de concesión del nuevo crédito para la adquisición de vivienda poco tienen que ver los dado en el boom inmobiliario previo a la gran recesión. Como ejemplo, la banca española prestó entre enero y abril de 2006 más de 57.100 millones de euros, es decir, un 164% más de lo concedido en los cuatro primeros meses de este ejercicio.

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