
El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, y el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, presentaron este viernes en Valencia los resultados anuales de la entidad financiera, que en 2019 registró un volumen de negocio de 611.692 millones de euros (un 4,7% más) y un beneficio de 1.705 millones de euros (un 14% inferior por el impacto del ERE de 2.000 empleados aplicado durante el año). Sin el impacto del ajuste laboral el resultado habría sido de 2.390 millones de euros, de modo que el beneficio habría crecido un 20,4% respecto al de 2018, según la entidad.
Del conjunto de las cifras que presentaron ambos directivos hicieron especial hincapié en sus avances en materia comercial. Gortázar subrayó el "liderazgo en banca minorista" de CaixaBank con 15,6 millones de clientes (2,2 millones más de los que tenía en 2014) y una penetración del 28% entre los clientes particulares de España y del 13% de los de Portugal. El comportamiento de BPI, el banco que posee CaixaBank en el país vecino, fue destacado como "muy positivo". En concreto, aportó al resultado del grupo 332 millones de los 1.705.
Respecto a sus clientes "vinculados", aquel que tiene "tres o más familias de productos o servicios", Gortázar destacó que han pasado del 60,6% en diciembre de 2018 al 62,7% al cierre del pasado 2019. El directivo destacó como muy positivo este crecimiento, que en el último año fue de 2,1 puntos porcentuales pero que se suma al que viene registrando en los últimos ejercicios, puesto que los clientes vinculados a diciembre de 2016 eran el 56% y, tres años después, la tasa está cerca del 63%. El volumen de los mismos ya asciende a 8,1 millones de clientes, recalcó.
En cuanto a las nóminas domiciliadas en CaixaBank -uno de los elementos más jugosos para la banca- ascendieron a 4 millones al cierre de 2019, lo que equivale al 27,1% del total de sus clientes. Las nuevas nóminas captadas el pasado año fueron alrededor de las 750.000. Ello representó un crecimiento de 0,3 puntos respecto al 26,8% de 2018. Al cierre de 2016 la tasa se encontraba en el 26%.
Preguntado sobre un posible incremento de las comisiones y sobre si CaixaBank cobrará por los depósitos a los particulares para compensar el agravio que sufre la banca por los tipos de interés negativos, Gortázar replicó que al contrario, que la política comercial del banco se dirigirá precisamente a reforzar todavía más a sus clientes más fieles, y a premiarlos más cuanto más vinculados estén.
La morosidad más baja de su historia
Otro de los aspectos en los que Gual y Gortázar hicieron especial hincapié fue la reducción de la morosidad que sufre CaixaBank. "En el año, los saldos dudosos se reducen 2.401 millones de euros (-1.159 millones en el trimestre). Además de la gestión activa de la cartera dudosa y la normalización de los indicadores de calidad del activo, en 2019 se han formalizado ventas de cartera, sobre todo en los últimos meses, por lo que la ratio de morosidad disminuye hasta el 3,6% (-108 puntos básicos en 2019), la ratio más baja que ha alcanzado la entidad hasta ahora. La ratio de cobertura se incrementa hasta el 55% (+1 punto porcentual en el año)", subrayó la entidad financiera.