Renta variable | Monitor
El de Royal Dutch Shell era uno de los dividendos más atractivos de Europa, con una rentabilidad que superaba el 6%. Una cifra que se debía a su política de dividendos: pagar en scrip dividend, lo que comúnmente se conoce como retribuir en papelitos. Pero ahora, el atractivo de sus pagos gana empaque: la compañía petrolera ha sorprendido al mercado al anunciar que retira el pago en acciones, por lo que la próxima vez que reparta su dividendo entre sus accionistas solo recibirán efectivo.