Editorial
La semana pasada, la Generalitat vio cómo un aluvión de empresas tomaba la decisión de trasladar sus sedes fuera de Cataluña, ante la amenaza de una declaración unilateral de independencia. La espita la abrieron los dos grandes bancos Sabadell y CaixaBank, pero el fenómeno se ha extendido a multitud de sectores y todo apunta a que seguirá en los próximos días, a la espera de lo que el presidente Carles Puigdemont anuncie mañana.