Había ganas de un reality con concursantes anónimos, pero no tantas como parecía. Después de varios años sin Gran Hermano, Telecinco recuperó en enero un formato de encierro con participantes desconocidos. Tenía la esperanza de recuperar el espíritu (y las audiencias) de otra época, pero la realidad ha demostrado que la fórmula está tocada y los motivos pueden ser varios: la cercanía con la edición de famosos, una marca que no tiene peso aunque la mecánica sea casi un calco de de GH, unas galas con poco peso...

Director de Ecoteuve.es. Especializado en periodismo de televisión, sigo la actualidad de las cadenas y analizo series, programas y otros contenidos audiovisuales. Llegué a elEconomista en 2012, con el nacimiento de Ecoteuve, tras seis años en Vertele.