Para obtener el permiso de conducir o renovarlo, todos los conductores deben pasar unas pruebas médicas y psicotécnicas. Aunque la mayoría de los conductores piensan que son un mero trámite y que solo se centran en si nuestra visión o nuestra audición son correctas, la verdad es que hay numerosas dolencias y enfermedades que pueden afectar a las habilidades al volante. Estos reconocimientos médicos deben realizarse en un Centro de Reconocimiento de Conductores homologado, y antes de que caduque el permiso, ya que conducir con este caducado puede acarrear multas de 200 euros. El centro certificará que el conductor está en plenas condiciones físicas y psíquicas para ponerse al volante de un vehículo. Y el médico responsable debe conocer el historial médico del conductor, sin ocultar cualquier dolencia que pueda poner en peligro la seguridad vial.