Profesor de Finanzas en EAE Business School

Hay frases que pasan a la historia, y la de Mario Draghi diciendo "whatever it takes" (todo lo que haga falta) es sin duda una de ellas. Aquella declaración fue, probablemente, el salvavidas más importante en la historia de la Unión Europea.

Recientemente asistimos a la primera bajada de los tipos de interés por parte del BCE en los últimos dos años. Cierto es, que la bajada fue simbólica, solo de 25 puntos básicos, pero supone un cambio de tendencia.

No hay duda de quién ha sido el gran perdedor de la ruptura de las negociaciones entre el Banco Sabadell y BBVA: es el banco catalán. Así lo ha entendido además el mercado, ya que las acciones de Banco Sabadell se han desplomado a valores anteriores del anuncio de fusión, mientras la cotización de BBVA ha reaccionado con avances desde el anuncio de ruptura.

De donde no hay, no se puede sacar. Y es que el BCE ya puso en marcha toda su artillería cuando en el mes de junio aumentó el programa de compra de activos contra la pandemia (PEPP) hasta alcanzar los 1,350 billones, rebajó la calidad de los activos a comprar y la extendió hasta junio de 2021, dejando ya muy poco margen de maniobra.

La banca ha sido tradicionalmente un sector en el que los sindicatos han tenido mucho peso y, entre otras muchas cosas, hasta la fecha habían conseguido defender con uñas y dientes unos horarios muy rígidos.

Tribuna sostenibilidad

Los mercados financieros han vivido en los últimos años una creciente demanda por parte de los inversores para poner la etiqueta verde, sostenible y socialmente responsable a los productos financieros. Así, hemos visto cómo han crecido de forma exponencial la emisión de bonos verdes, las inversiones socialmente responsables, las financiaciones dirigidas a la mejora del medio ambiente, la financiación dirigida a las energías renovables, etc.

Ricardo Zión

Macbeth, la mítica obra de Shakespeare, comienza diciendo: "Where shall we three witches meet again?" (¿Dónde nos reunimos las tres brujas la próxima vez?). Y parece que efectivamente lo hacen, al menos en el mercado bursátil, coincidiendo casi con los cambios de estación.