En 1995, un grupo de pequeños comerciantes de Córdoba decidió unirse con el objetivo claro de defender los derechos de los autónomos. Esta unión se convirtió en la Asociación de Trabajadores Autónomos de Andalucía (ATA Andalucía) y posteriormente dieron el salto a nivel nacional, al darse cuenta que en todas las comunidades tenían problemas similares, dando lugar a la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), que se convirtió en poco tiempo en la organización más representativa del colectivo en España. Tres décadas después, seguimos trabajando con la misma pasión, convencidos de que la fuerza de los autónomos es la base del tejido productivo de nuestro país.