Opinión

La importancia de una Andalucía resiliente y preparada

  • Rafael Amor es presidente de ATA-Andalucía

Las cuentas públicas de Andalucía, presentadas recientemente por la Junta de Andalucía, apuestan por el crecimiento económico y destinan una cifra histórica de 30.903 millones a políticas sociales. Sin embargo, hay retos pendientes que requieren de una atención prioritaria si realmente queremos consolidar el tejido empresarial y la creación de empleo en nuestra región.

Los últimos años nos han demostrado que las crisis no avisan. Desde la pandemia provocada por el Covid hasta los conflictos geopolíticos o los fenómenos meteorológicos extremos, como el que hemos vivido recientemente con la DANA, hemos aprendido que la imprevisibilidad es una especie de nueva norma.

Por eso, desde ATA Andalucía consideramos que las cuentas públicas de nuestra comunidad autónoma no pueden ser únicamente una hoja de ruta económica, sino que deben incluir un enfoque estratégico para la prevención y la resiliencia frente a catástrofes.

En mi opinión, es crucial que se financie un Plan de Autoprotección que abarque sectores como la educación, las infraestructuras, la sanidad, pero, sobre todo el apoyo al tejido empresarial. Así, estas acciones servirán no solo para mitigar el impacto de las adversidades, sino para garantizar que Andalucía esté mejor preparada para cualquier eventualidad. No obstante, consideramos que esta iniciativa debe replicarse en todos los ámbitos y no solo a nivel regional. Es imprescindible que todas las administraciones cuenten con un Plan de Autoprotección para que lo que hemos vivido recientemente no vuelva a repetirse.

Problemas estructurales

A pesar del optimismo económico, no podemos ignorar los problemas estructurales que frenan nuestro avance. Las piedras en el camino no solo retrasan la puesta en marcha de proyectos, sino que también generan incertidumbre y pérdida de oportunidades en un entorno competitivo.

Además, necesitamos una visión más ambiciosa en materia de prevención de riesgos laborales. Según los últimos datos disponibles, el número de accidentes laborales de autónomos en Andalucía hasta septiembre se ha situado en 4.480 accidentes, cifra que es ligeramente inferior a la registrada entre enero y septiembre de 2023 (4.740). De hecho, Andalucía se encuentra entre las comunidades autónomas en las que más siniestros se registran mes tras mes y, aunque el número de autónomos crece, la dotación presupuestaria para la prevención de riesgos laborales. Esto es inadmisible si consideramos el impacto que la seguridad tiene sobre la calidad del empleo y la competitividad de nuestras empresas y actividades en la región.

El tejido empresarial de Andalucía, compuesto mayoritariamente por autónomos, es el motor que impulsa nuestra economía, como vemos mes tras mes. Por ello, protegerlo y potenciarlo no es solo una cuestión económica, sino social. Si queremos una Andalucía que avance, necesitamos afianzar a los autónomos empleadores, fomentar la innovación y reducir las barreras administrativas que dificultan el desarrollo empresarial.

Hago un llamamiento a todos los agentes implicados a que prioricemos la acción y la previsión. Un presupuesto sólido no se mide solo por su cuantía, sino por su capacidad para responder a las necesidades reales de la sociedad. Es hora de trabajar juntos para construir una Andalucía más resiliente, dinámica y preparada para cualquier desafío que nos depare el futuro, pero sobre todo para que nuestro territorio siga consolidándose con unas cifras tan buenas de creación de empleo y de autónomos como las que hemos visto a lo largo de estos años.

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