Lograr rentabilidades atractivas en los mercados financieros será cada vez más complicado en los próximos años. La volatilidad y la incertidumbre que están marcando este ejercicio son una clara muestra de ello. Los inversores vienen de una etapa caracterizada por circunstancias excepcionales, que en muchos casos han mitigado las caídas y, en otros, han impulsado las cotizaciones de acciones e índices bursátiles a niveles históricamente elevados.