Está destrozada y sin ganas de nada. Desde hace apenas un mes que su matrimonio con Christian Gálvez se rompió para siempre, Almudena Cid no levanta cabeza. Dicen los que están más cerca de ella que, aunque intenta aparentar tranquilidad, está rota y apenas sale de su casa. Un piso al que ha tenido que trasladarse deprisa y corriendo tras su separación del presentador porque el chalet que compartían en Boadilla del Monte era propiedad de Christian.