Marcos Suárez Sipmann
La jornada de Iowa, inicio de las elecciones primarias para elegir a los candidatos presidenciales, augura carreras más largas y menos previsibles de lo anticipado. El número de delegados en juego en este Estado rural del Medio Oeste con poco más de tres millones de habitantes es prácticamente insignificante. Además, su perfil demográfico es muy poco representativo de lo que es EEUU. No obstante, importa sacar un buen resultado para demostrar la viabilidad de los aspirantes. Entre los demócratas Hillary Clinton con su poderosísima maquinaria electoral ganó por apenas tres décimas a Bernie Sanders. Una victoria que sabe a derrota. La exsecretaria de Estado, por delante en las encuestas a nivel nacional, ha tenido un pésimo principio perdiendo impulso frente a su rival.