¿Qué hacer con los malos pagadores?
La Ley de Morosidad de 2004 estableció que las empresas privadas no pueden pagar a más de 60 días y el sector público a más de 30. Sin embargo, permitía aumentar los plazos si se producía un pacto entre las partes, lo que de facto implicó que las grandes impusiesen plazos mayores a las pequeñas. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Pymes, Autónomos y Emprendedores