Isco Alarcón está realizando una gran temporada. Sin embargo, su rendimiento algo más discreto en los últimos partidos y la acumulación de minutos podrían sentarle hoy en el banquillo de la Selección Española. Vicente del Bosque medita que no sea titular. Cazorla ocuparía su puesto evitando así la deseada doble 'I', esto es, ver juntos con 'La Roja' la dupla Iniesta-Isco.
Carlo Ancelotti tendrá que afrontar en los próximos días otro dilema más en la presente temporada. La recuperación de James Rodríguez (se espera que pueda estar a tope para jugar la ida de cuartos de la Champions ante el Atlético de Madrid) coloca al transalpino ante la dura decisión de saber a quién sentar del actual once si finalmente mete al colombiano en el equipo blanco. Bale o Isco son los principales candidatos.
Keylor Navas, portero del Real Madrid, empieza a cansarse su situación en el equipo blanco, es decir, que empieza a cansarse de ser un suplente constante de Iker Casillas, pese a que el capitán merengue no está atravesando un buen momento de forma y anímico.
La final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Athletic Club se jugará finalmente en el Camp Nou. La decisión de la Federación Española de Fútbol (RFEF) beneficia inicialmente al conjunto blaugrana, que entre sus peticiones había incluido la de que su propio feudo fuera sede del partido. Sin embargo, la estadística no apunta nada bueno para los intereses culés. Una suerte de maldición copera dice que los equipos que juegan la final en su propio estadio acaban perdiendo el título en la mayoría de las ocasiones.
Iker Casillas sigue atravesando un momento complicado. Las críticas del Bernabéu y e incluso alguna posible crítica interna (cercanos a Florentino Pérez afirman que no le gustó su partido en el Camp Nou) le dejan, de nuevo, al pie de los caballos. Ante este panorama gris, resulta llamativo que el capitán merengue ha recibido notables muestras de cariño procedentes del eterno enemigo, el FC Barcelona.
Cristiano Ronaldo lleva el gol en la sangre. Con el Real Madrid ha logrado 294 dianas y en muchas de ellas, sus celebraciones han dado más que hablar que el gol en sí mismo. Es lo que sucedió el sábado pasado, cuando anotó el empate a uno en el Clásico disputado en el Camp Nou y pidió calma al público culé. Un gesto que no ha gustado a Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
Los partidos entre grandes equipos suelen ser encuentros muy disputados. Los clásicos no son menos. El Barça - Real Madrid del pasado domingo se decidió, como este tipo de choques, por detalles pequeños, pero trascendentes. Que se lo pregunten a los blancos. Tres intervenciones de Claudio Bravo salvaron al cuadro blaugrana de la goleada y, de paso, abrieron el camino para el triunfo final. Acciones del chileno que contaron con un aliado inesperado: el preparador de porteros culé le enseñó la senda de la excelencia con un truco previo a la disputa del partido.
Jesé Rodríguez, futbolista del Real Madrid, quiso bajarse del coche y enfrentarse a los dos exaltados que, en Valdebebas, le insultaron y golpearon su coche tras la derrota del Clásico (aquí puede ver la secuencia). Fue su acompañante y, sobre todo, Sergio Ramos, los que evitaron que el canario llegara a las manos con estos forofos merengues.
La derrota del Real Madrid ante el Barça generó entre la parroquia madridista un extraño sentimiento enfrentado. Por un lado, el enfado lógico de caer ante el eterno enemigo. Por otro, la satisfacción de ver a su equipo resucitado en uno de los campos más complicados del mundo. Duelo de contradicciones en el que ganó por goleada el sentimiento satisfactorio de dominar al rival blaugrana durante una hora casi de partido. La derrota del Camp Nou fue, en este sentido, una derrota balsámica.
Villiam Vecchi, preparador de porteros del Real Madrid, fue cazado por las cámaras de televisión en una actitud indignada con Iker Casillas después de que el portero del Real Madrid encajara el 2-1 obra de Luis Suárez.