La Virgen María obró el milagro, la redención de Mar Torres de los placeres mediáticos, de la excesiva exposición pública, las fotos ligera de ropa en las redes sociales y el postureo en Internet. Mar es una sierva de Dios que sigue los pasos de Tamara Falcó incluso hasta Medjugorje, el santuario mariano que popularizó en España la fallecida Pitita Ridruejo.