Yevgeny Prigozhin, conocido como el chef de Putin, acusado de organizar un golpe de Estado en Rusia, es el líder mercenario que ha pasado de ser un hombre de negocios a un símbolo de la Rusia en tiempos de guerra. Controla un ejército privado que opera desde Ucrania hasta la República Centroafricana. Se hizo millonario gracias a sus vínculos personales con Putin, ganando fabulosos contratos de catering y construcción con el gobierno ruso a la vez que creaba una fuerza mercenaria conocida como Wagner.