Invertir en activos singulares supone una auténtica oportunidad para obtener rentabilidades superiores a otras opciones del mercado. En el contexto actual, el segmento de las oficinas, por ejemplo, ofrece unas rentabilidades que rondan el 13%, según datos de Idealista. Y realizar esta inversión mediante un proceso competitivo de venta, es decir, a través de un proceso de subasta privada, constituye una importante oportunidad para muchos inversores inmobiliarios.