Dicen que quien ama su trabajo es capaz de sumergirse en él despojado de los lastres de una rutina que, en ocasiones, nos ahoga. Para Cristina Vázquez, la encargada de plasmar en óleo paseos a la orilla del mar, ese es su secreto. Cristina nos atiende por teléfono desde Sevilla, y su voz transmite la misma paz que se refleja en sus cuadros. "Pinto playas porque paso mucho tiempo en ellas, si estuviera viviendo en Madrid pintaría edificios", admite entre risas, mientras recuerda la suerte que tiene por ver cada día el mar.