Pueden alcanzar el punto de placer máximo
29/11/2016, 17:22
Tue, 29 Nov 2016 17:22:23 +0100
ecodiario.eleconomista.es
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Las experiencias religiosas que se pueden experimentar en la oración, la lectura de pasajes bíblicos o de la palabra del Papa o los Santos son equiparables al placer sentido por el amor, el sexo, las drogas o la música. Todas estas acciones encienden el circuito de recompensa del cerebro, según sostiene el estudio que científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, publican esta semana en la revista Social Neuroscience. El circuito de recompensa es un grupo de estructuras neuronales de nuestro cerebro, relacionado con el deseo, el placer y el refuerzo positivo.