Opinión | Adair Turner
La decisión del presidente Donald Trump de retirar a Estados Unidos del acuerdo climático de París es profundamente lamentable, y se basa en un análisis económico errado. Pero no logrará detener la marcha hacia una economía con baja emisión de carbono: se opondrán a ello un progreso tecnológico imparable y la acción decidida de otros países, empresas de todo el mundo y numerosas ciudades y estados norteamericanos.