
La llegada de nuevas compañías y el aumento de actividad de empresas aragonesas o ya operativas en la comunidad están impulsando el sector porcino, que se ha convertido en una fuente de atracción de inversiones por valor de más de 500 millones de euros. Unos proyectos con los que Aragón necesitará ampliar su cabaña porcina al triplicarse la capacidad de sacrificio, que será de más de 20 millones de cabezas de ganado al año. El impacto en el empleo se cifra en más de 5.000 puestos de trabajo.
En los últimos años, el sector del porcino en Aragón ha experimentado un importante crecimiento. La comunidad se ha convertido en líder en producción de ganado porcino en España con un censo de alrededor de 8 millones de cerdos en 2018, superando a Cataluña que, hasta ahora, ocupaba la primera posición. Entre ambas, concentran más del 51% del censo español.
Un auge de este sector -que supone el 3,5% del PIB y dos terceras partes del Valor Añadido Bruto agrario total de Aragón según datos del Gobierno autonómico-, que se debe principalmente a una confluencia de factores. "Son muchos motivos. Tenemos territorio frente a otras regiones que tienen cubierta su capacidad de aceptación de más granjas. Si esto lo unimos, por economías de escala, a la dimensión de las explotaciones, que está aumentando en cuanto a madres, lechones y cebo, hace que nos toque vivir un momento de inversión. Además, es una alternativa al mundo rural por la generación de rentas complementarias al mundo agrícola con las granjas integradas de cría y cebo", según explica José Antonio Domínguez, director gerente del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA).
Aparte de estos factores, hay otro más que está siendo decisivo para explicar el aumento de la actividad en el sector porcino, que es de los pocos "que ha ido hacia arriba" a pesar de la crisis. "Está el fenómeno arrastre de creación de instalaciones de mataderos y sacrificio en Aragón" de empresas aragonesas o ya instaladas en la comunidad, así como de otras compañías procedentes principalmente de Cataluña o de Italia.
Son proyectos que suman una inversión de más 500 millones de euros hasta el año 2020, que se llevarán a cabo en la localidad oscense de Binéfar donde Fribin aumentará la línea de sacrificio de porcino y el italiano Grupo Pini contará con un matadero. Una compañía esta última que también tiene previsto un secadero de jamones en el municipio Albelda, también en Huesca. Por su parte, Grupo Costa crecerá en Fraga con un nuevo centro industrial.
En la provincia turolense, las principales inversiones vienen de la mano de Jamones Albarracín con un nuevo secadero, de Portesa con una nueva granja y del Grupo Arcoiris, cuyos planes incluyen el aumento del sacrificio cerdo en sus distintos centros. Además, en Utrillas, está la ampliación de las instalaciones de Espuña.
Las inversiones en la provincia de Zaragoza se acometerán en Zuera con las previsiones de incremento de sacrificio y despiece de Grupo Jorge; la ampliación del matadero y sala de despiece, entre otras infraestructuras, de Vall Companys en Ejea de los Caballeros, o la construcción y puesta en marcha del macrocomplejo de BonÀrea en la localidad zaragozana de Épila.
Estos proyectos van a dar un nuevo impulso al sector porcino aragonés. En los últimos años, "ha habido un aumento de la capacidad de sacrificio, pero con los proyectos anunciados va a haber un cambio de realidad. Vamos a pasar de ser una región que sacrifica el 40% de los cerdos producidos a ser una comunidad en la que vamos a necesitar más cerdos".
En el año 2020, se calcula que Aragón tendrá una capacidad de sacrificio de cerdos anual de 20,6 millones de cabezas de ganado, lo que supondrá multiplicar por tres la capacidad de sacrificio actual, según se recoge en el estudio 'El sector porcino aragonés, instrumento de desarrollo y social', realizado por José Antonio Domínguez y Arturo Daudén, ambos del CITA, y publicado en el último número de la revista 'Economía Aragonesa' de Ibercaja.
Sin embargo, en el año 2020, la producción ganadera se estima que será de 16,2 millones de cabezas de ganado frente a los cerca de 14 millones actuales, si se mantiene la tendencia de crecimiento de producción ganadera desde 2013 hasta la actualidad. Este desajuste entre demanda y oferta, hará que se necesite aumentar la cabaña porcina para cubrir el 27% de la demanda ganadera generada por la nueva infraestructura cárnica porque no será suficiente con la producción de las más de 3.900 explotaciones de porcino existentes en Aragón.
Desde organizaciones agrarias como UAGA-COAG y UPA no han cuantificado hasta el momento el número de nuevas explotaciones de porcino que serían necesarias para responder a esta demanda, aunque sí coinciden en apuntar que, ante el aumento de actividad, será necesario hacer implementaciones, lo que conllevaría a su vez superar los 500 millones de inversiones hasta ahora previstos entre los diferentes proyectos anunciados. De media, se calcula que una granja llaves en mano con 2.000 plazas, precisaría una inversión de 400.000 euros, mientras que una explotación agraria de cebo con 4.500 plazas, puede superar los 800.000 euros de inversión.
"Creo que se harán más granjas en el territorio de Aragón" –apunta José Antonio Domínguez, del CITA- para cubrir esa demanda y que la comunidad aragonesa siga siendo proveedora de la industria cárnica catalana. "Sobre todo, se harán en Teruel porque tiene más territorio" y hay zonas en las que pueden tener cabida proyectos importantes como el Bajo Aragón, el Jiloca o las Cuencas Mineras, aunque también "todo dependerá de los contratos de integración". Lo lógico es que las granjas se sitúen cerca de la demanda para reducir costes logísticos y mejorar el bienestar animal y la transferencia de animales por bioseguridad. No obstante, si sigue esta tendencia al alza en el sector porcino, Aragón podría quedarse sin territorio para nuevas explotaciones, siendo preciso atraer recursos ganaderos de otras comunidades autónomas. Una función que podría asumir Castilla y León porque "es una región que tiene territorio".
Más valor añadido
La llegada de inversiones no va a suponer solo un impulso del sector del porcino, sino que también conlleva otra serie de oportunidades porque el incremento de la cabaña de cerdos viene acompañado del crecimiento en paralelo de la capacidad de producción de carne, aprovechando la creación de valor añadido que ofrecen estos recursos ganaderos. Y esto es especialmente importante porque el 50% de la producción ganadera de porcino de Aragón sirve de recurso para crear ese valor añadido en otros territorios, quedando camino por recorrer en el desarrollo vertical de la cadena de valor en este sector. "Van a ser unos años interesantes. Vamos a cambiar de ser Aragón una región en la que no sabíamos aprovechar el valor añadido producido por la cabaña porcina, que era la asignatura pendiente que quedaba, a vivir de la transformación", aunque "habrá que ver cómo reacciona el sector".
Pero este no es el único punto en el que Aragón tiene que poner el foco. La evolución del sector porcino también requiere que se atienda a las cuestiones ambientales -la correcta gestión de los purines va a ser clave como factor diferenciador de competitividad en el mercado internacional-, o la red de transporte y más logística en áreas concretas como los piensos. Incluso, será necesario prever infraestructuras y servicios por el aumento de población en zonas concretas. "Estábamos preparados para una dimensión. Es un reto en el que tenemos que ver la nueva dimensión y ajustarnos a ella".
Y esto también pasa por intensificar la estructura comercial -Aragón en los últimos años ha duplicado la producción de carne de cerdo-, sobre todo de cara a los mercados internacionales. "Con el veto ruso, se buscaron mercados en Oriente, vendiéndose carne congelada, despieces... China se sitúa en el punto de mira porque es líder en producción cárnica y consumo. Hemos aprendido a entrar con productos de bajo valor añadido, pero tenemos que evolucionar y dar el segundo paso con productos elaborados, embutidos, jamones, foie... que sean diferenciadores".
"Es un reto que tenemos que afrontarlo con entusiasmo. Crecer es evolucionar. El sector esta profesionalizado y sabe lo que hace. Tenemos que estar todos de la mano y colaborar, sobre todo, porque es una de las pocas alternativas que tenemos para luchar contra la despoblación en el medio rural" y fijar población.
Más de 20.000 empleos en el sector
Ante la evolución del sector porcino en Aragón, será necesario prestar atención también al empleo y a la formación. "Prevenir es lo mejor". Y es que se van a necesitar más servicios para estas instalaciones y profesionales para trabajar, estimándose que se crearán alrededor de 5.000 empleos con los nuevos proyectos, superando los 20.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
Una cifra que podría ser superior si se ponen en marcha más explotaciones ganaderas para cubrir la demanda de la nueva infraestructura cárnica, ya que se estima que por cada puesto empleo directo en la producción porcina en las granjas, se generan 6,06 puestos de trabajo en otros sectores económicos.
"Tenemos gente formada, tenemos formación y centros para formar, la universidad…" para preparar a los profesionales para cubrir las necesidades de más inspecciones de mataderos, en seguridad alimentaria, sanidad animal... y para dar respuesta a las exigencias de los consumidores (demandan un menor uso de antibióticos en carne) y de los responsables de estrategias de políticas europeas en bienestar animal, entre otros retos que ahora se abren en Aragón.