
La empresa aragonesa -especializada en el sector del manipulado industrial de productos, pintura y limpieza de grafitis, transportes y mudanzas-, ha celebrado su 20 aniversario. Un período en el que ha facilitado la inserción laboral de personas que necesitan una nueva oportunidad o itinerarios específicos para reinsertarse en el mercado de trabajo a través de 450 contrataciones. De ellas, el 75% ha pasado a una empresa ordinaria.
Mapiser está de aniversario. La empresa de inserción sociolaboral aragonesa cumple 20 años. "El balance es positivo. Nadie nos podía decir hace 20 años que estaríamos hoy así", según ha explicado Roberto Oyaga, gerente de Mapiser, a elEconomista.es
En estos años, la empresa ha trabajado para facilitar la inserción laboral de personas de diferentes colectivos y que necesitan una nueva oportunidad o bien itinerarios específicos para acceder o reinsertarse en el mercado de trabajo.
"Son personas que requieren itinerarios de inserción" para lo que se trabaja con ellas en las líneas de actividad que desarrolla la empresa centradas en el manipulado industrial de productos, pintura y limpieza de grafitos, transportes y mudanzas.
"Estas personas están derivadas de los servicios sociales" y su perfil ha variado con la crisis. "Hace diez años nadie pensaba en la variedad de perfiles, pero mañana podemos ser cualquiera de nosotros".
En estos 20 años, Mapiser ha promovido un total de 450 contrataciones. De ellas, el 75% ha permitido que las personas hayan pasado a una empresa ordinaria. Con estas personas, se ha trabajado en su formación y capacitación en diferentes competencias profesionales que son necesarias para tener un alto grado de empleabilidad.
Además, el proceso de inserción incluye programas individuales para abordar las áreas de mejora laborales que se han detectado, adaptándose a las necesidades individuales como apoyo psicosocial, sesiones de seguimiento, plan formativo y coordinación con las entidades colaboradoras.
En estos 20 años, la empresa ha realizado más de 714 acciones formativas, que suman un total de 15.789 horas dedicadas a la capacitación de la plantilla y que se han dedicado a acciones y actividades de desarrollo personal y profesional.
En este camino, Mapiser ha tenido que superar algunas barreras, siendo la principal la imagen "que se puede tener fuera de una empresa de inserción, pero no somos distintas a las demás y tenemos los mismos problemas y beneficios. Se puede pensar en un momento dado que tenemos un determinado aspecto, pero estamos a la vanguardia de la tecnología y en instalaciones".
De cara al futuro, la empresa se ha marcado el objetivo de "tratar de ser capaces de crecer en trabajo con las administraciones públicas", ya que en la actualidad el volumen de trabajo que se realiza con ellas todavía puede registrar un importante crecimiento. "Es una buena opción porque las administraciones públicas tienen necesidades de comprar productos o servicios y se puede generar un beneficio tangible". Además, las administraciones públicas "obtendrían un valor. Están mentalizadas pero cuesta llevarlo a la práctica".
Crecimiento sostenido
Mapiser fue impulsada hace 20 años por la Fundación Picarral. En sus inicios tenía una plantilla de seis trabajadores, llegando ahora a contar con 30 empleados. Además, ha pasado de una facturación de 54.000 euros a 700.000 euros.
Unas cifras que la compañía ha conseguido siguiendo una estrategia empresarial que se ha centrado sobre todo en las personas. En su ejecución, se cuenta con un equipo directivo profesionalizado y una actividad productiva diversificada, además de apostar por la mejora continua, la fidelización de clientes y los proveedores sociales.