La plantilla de la planta de Lear en Épila comenzarán la huelga el próximo día 18 de julio ante la imposibilidad de negociar el convenio colectivo y la falta de soluciones para dar continuidad a la factoría más allá del año 2018, fecha en la que finalizará la producción de los asientos para el Opel Corsa. La convocatoria se produce tras la reunión mantenida con la multinacional de la compañía a la que finalmente, Johnson Controls, no acudió y a la que había sido invitada para tratar de abordar el traspaso de trabajadores a su planta de Pedrola en la que se fabricarán los asientos para el nuevo modelo del Opel Corsa.
Sin avances con desilusión y sin buenas perspectivas de futuro. Así puede resumirse la reunión que el comité de empresa ha mantenido con la dirección de Lear con el fin de abordar posibles soluciones ante la falta de carga de trabajo a partir del año 2018 con la finalización de la producción de los asientos para el nuevo Opel Corsa, fabricación que ha sido adjudicada por General Motors a Johnson Controls.
A este encuentro, celebrado en Barcelona, estaba llamada la empresa Johnson Controls con el fin de abordar posibles soluciones para los trabajadores como el traspaso de la plantilla a su planta de Pedrola (Zaragoza), que fabricará los asientos para el nuevo modelo de Opel Corsa. Sin embargo, la multinacional no se ha presentado. Una situación que "nos teníamos", según han apuntado desde CCOO Aragón a elEconomista.es
En este encuentro, la dirección de Lear -que sí ha reconocido haber mantenido contactos con Johnson Controls y con General Motors en Estados Unidos-, y el comité de empresa tampoco han avanzado en concretar alternativas para la planta de Épila (Zaragoza) como la posibilidad de que se produzcan en sus instalaciones otros productos de la multinacional o se puedan asumir otras cargas de trabajo.
Sobre la mesa también ha estado la negociación del IX Convenio Colectivo -que comprendería los puntos principales para la salvaguarda de los puestos de trabajo-, en el que tampoco se ha producido ningún avance.
Desde el comité de empresa se ha solicitado avanzar en el plan social, plan industrial y hablar de futuro y de recolocaciones, si bien desde la compañía se ha indicado que es pronto para poder abordar el plan industrial, además de no poder ofrecer garantías sobre la parte de producción que la planta realiza para PSA.
Tampoco se ha concretado la posibilidad de recolocar a los trabajadores de la planta de Épila al alegarse que el resto de plantas de Lear no tienen necesidades de personal.
Ante esta situación, el comité de empresa ha convocado huelga -que ha sido aprobada por unanimidad-, con el fin de seguir dando a conocer la situación que atraviesa la planta.
La huelga comenzará el próximo día 18 de julio y se prolongará hasta el día 29 de este mes, aunque previsiblemente habrá una reunión el próximo jueves en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA).
La convocatoria de huelga se suma a otras medidas que en los últimos días han venido llevando a cabo los trabajadores como una caravana de coches que recorrió los principales municipios de la zona afectada por el cese de actividad de la planta, así como reuniones con grupos políticos de las Cortes de Aragón y con el Gobierno aragonés.
Desde el comité de empresa se asegura que se sigue abierto a la negociación, pero siempre que transcurra por los cauces recogidos en la plataforma unitaria y avisan de que serán "inflexibles si cualquiera de las partes implicadas pretende una solución en la que los únicos perjudicados sean los trabajadores de la planta de Épila".