Las inversiones en el centro productivo de esta localidad oscense se enmarcan en el Plan 3D de la compañía, que contempla la ejecución hasta el año 2025 de un total de ocho proyectos enfocados a la diversificación, digitalización y descarbonización. Además, la empresa prevé poner en marcha otros proyectos adicionales para ampliar la producción de sus pastillas para tratar el agua de las piscinas, aparte de poner el foco en impulsar el hidrógeno verde.
El Plan 3D (Diversificación, Digitalización y Descarbonización) será ejecutado por Ercros en el período 2021-2025 -aunque algunas iniciativas trascenderán hasta el año 2029-, con una inversión global de 92 millones de euros para acometer un total de 20 grandes proyectos, estimándose una generación de ebitda adicional de 194 millones de euros.
Y, una buena parte de estas inversiones, tienen por destino la planta de la compañía en la localidad oscense de Sabiñánigo, cuya actividad está centrada en la producción de cloro, sosa cáustica y los derivados clorados hipoclorito sódico y ácido clorhídrico; tabletas para el tratamiento del agua de piscinas; clorito y clorato sódicos; y agua oxigenada y amoníaco.
La planta de Sabiñánigo recibirá una inversión de 22 millones de euros para llevar a cabo ocho proyectos en este mismo período y que, igualmente, se centrarán en la diversificación de la actividad, la digitalización y la descarbonización, ahondando con estos tres pilares en una empresa más sostenible.
La mayor parte de los 22 millones -suponen aproximadamente una quinta parte del total de las inversiones previstas en el Plan 3D-, se destinarán sobre todo al área de diversificación, que concentrará el 55% de la inversión para la ampliación de la planta de clorito, cuyo producto se emplea para la potabilización de agua en plantas desaladoras. El objetivo es "poder reducir la dependencia y estar ligados a la actividad de los mercados, evitando vaivenes, y potenciando las áreas más estables", explica Agustín Franco, director general de Negocios de Ercros.
Esta planta se ampliará con la construcción de una nueva línea de producción, que supondrá una inversión de 12 millones de euros -ha sido declarada por el Gobierno de Aragón de interés autonómico-, con la que se podrá duplicar la capacidad productiva. En la actualidad, ya se cuenta con dos líneas con una capacidad de 6.000 toneladas anuales. "Con esta nueva línea, la capacidad sería de 11.300 toneladas", convirtiéndose este centro de Sabiñánigo en el mayor productor de este producto en Europa. Esta mayor capacidad también permitirá que Ercros aumente en su portfolio el peso del negocio de tratamiento de aguas.
La construcción de la línea ya ha comenzado, estando previsto que pueda entrar en funcionamiento en el tercer trimestre del año 2022. La producción se destinará a los mercados exteriores -ya se exporta el 88%- especialmente la zona de Oriente Medio en la que hay más presencia de plantas desaladoras como sucede, por ejemplo, en Emiratos, Arabia o Kuwait.
En el campo de la digitalización, en la planta de Sabiñánigo, se acometerán cuatro proyectos (suponen el 8% de la inversión para este centro con 1,8 millones), que están alineados con los que la compañía va a llevar a cabo a nivel estatal. En concreto, la empresa apostará por el Internet de las Cosas con la instalación de sensores para monitorizar parámetros clave en el funcionamiento de los equipos electrolizadores de las plantas de fabricación de cloro-sosa/potasa, lo que redundará en una mejora del rendimiento energético y la vida útil de la instalación. También se reducirán los costes de mantenimiento.
Dentro de estos proyectos, los planes de la empresa también contemplan la incorporación de otras tecnologías como Big Data, automatización de procesos, dispositivos móviles, herramientas de Inteligencia Artificial o marchine learning, entre otros. "Conseguiremos una mejora de alto rendimiento energético y se aumentará la seguridad de los procesos industriales".
El tercer pilar del plan, la descorbanización, concentrará el 37% de las inversiones de la planta (8,1 millones) para ejecutar tres proyectos con los que la planta de Sabiñánigo reducirá un 20% las emisiones directas de CO2. En este ámbito, uno de los proyectos de mayor importancia es la construcción de una nueva planta de concentración de salmuera residual con la que se ahonda en la economía circular, ya que se podrá lograr un mayor aprovechamiento de este producto que se obtiene en el proceso de fabricación de las tabletas para el tratamiento del agua de piscinas. El objetivo es que con esta planta, que estará terminada de construir en 2023, se evite el consumo de gas natural por este mayor aprovechamiento.
En este ámbito de la descarbonización, los planes de la empresa igualmente comprenden aprovechar el 100% del hidrógeno obtenido en las plantas de electrólisis de clorato sódico y cloro-sosa/potasa con la instalación de quemadores mixtos en las calderas de vapor. Ercros ya usaba el hidrógeno pero, con este proyecto que se prevé que esté en marcha en 2022, se podrá mejorar las prestaciones ambientales de la fábrica, se favorecerá la circularidad de la actividad y se reducirán las emisiones de CO2.
Otro de los proyectos relacionados con la descarbonización se centran en la sustitución del transformador eléctrico de cabecera por uno nuevo más eficiente y con el que se reducirán las emisiones indirectas de CO2. Una actuación que asimismo se prevé que pueda estar ya finalizada en 2022.
Los proyectos en Sabiñánigo, a pesar de la mayor digitalización, no conllevarán una pérdida de empleo. La previsión es crecer moderadamente con cinco puestos de trabajo, aparte de 20 empleos indirectos, que apoyarán la actividad en la planta en las áreas de mantenimiento y logística. Además, en las fases de construcción de las nuevas líneas, se prevé que trabajen 60 personas de forma continuada en el período de dos años. En la actualidad, esta planta emplea a 218 trabajadores y cerró el año 2020 con una facturación de 93 millones de euros.
Otros proyectos
Los planes de Ercros para Sabiñánigo no solo se engloban dentro del Plan 3D. La compañía también está estudiando llevar a cabo otras iniciativas como la construcción de una nueva planta piloto semiindustrial para la generación de hidrógeno verde, a partir de la electrólisis del agua, para tener hidrógeno adicional al disponible en la actualidad, que se generará con energía renovable y sin emisiones de CO2.
La capacidad será de 100 Nm3/h. "No será mucha capacidad, pero queremos aprender de esta tecnología, que necesita una cierta maduración. Ercros quiere estar en primera línea". La empresa, que destinará un millón de euros a esta iniciativa, no descarta colaborar con la Fundación Hidrógeno de Aragón.
La empresa también baraja aumentar la producción de productos para el tratamiento del agua de piscina, ya que en 2020, primer año de su puesta en marcha, ya se ha alcanzado la capacidad nominal de fabricación.
Planta de Monzón
Además de la planta de Sabiñánigo, Ercros cuenta también con un centro en la localidad oscense de Monzón, cuya actividad se centra en la fabricación de compuestos de PVC y de bioplásticos bajo la marca Ercros bio, y el desarrollo de una nueva familia de PVC a partir de material reciclado. La planta de Monzón tiene una plantilla de 30 trabajadores y su facturación se situó en los 15 millones de euros en 2020.
En esta planta también se van a acometer diversas actuaciones que, sobre todo, se concentran en el ámbito de la digitalización. De momento, no hay inversión contemplada porque se está en la fase de investigación y estudio. El objetivo de Ercros "es continuar con las dos plantas y potenciar las dos en Aragón".