La producción de alfalfa deshidratada se prevé que crezca un 3% en la campaña 2020-2021, que está a punto de finalizar, alcanzado una producción aproximada de alrededor de 1.450.000 toneladas.
De esta producción una buena parte tendrá como destino los mercados exteriores, estimándose que las ventas internacionales pueden suponer en esta campaña -aún sin cerrar-, entre el 75% y el 80% de la producción total española, según los datos de AEFA.
Desde que comenzó la campaña en abril de 2020 y hasta el mes de noviembre, las exportaciones se han situado en 843.223 toneladas, siendo Emiratos Árabes Unidos el principal destinatario de las ventas internacionales con un total de 374.789 toneladas entre balas y pellets.
Un destino tras el que se sitúa Arabia Saudí con 154.272 toneladas, mientras que China se sitúa en tercera posición dentro de las exportaciones con un total de 84.556 toneladas en este período.
La alfalfa deshidratada ha llegado también a otros países como Jordania con 45.353 toneladas; Corea del Sur con 31.720 toneladas; Francia, cuyas ventas han supuesto 34.052 toneladas; Qatar con 16.387 toneladas; Portugal con 15.680 toneladas; Japón con 13.053 toneladas y Brasil con 11.407 toneladas, de acuerdo con los datos facilitados por AEFA a elEconomista
Otros destinos de exportación han sido Líbano con 9. 656 toneladas; Kuwait con 8.894 toneladas; Colombia con 8.663 toneladas; Malta con 5.032 toneladas; Italia con 4.036 toneladas; Omán con 3.830 toneladas; Maruecos con 3.080 toneladas; Egipto con 2.271 toneladas; Túnez con 2.169 toneladas; Taiwán con 2.056 toneladas y Turquía con 1.523 toneladas.
En menor medida, se ha exportado a República Dominicana con 711 toneladas, Argelia con 622 toneladas; Cuba con 417 toneladas; Bélgica con 352 toneladas, Filipinas con 344 toneladas y Sri Lanka con 312 toneladas.
Es una actividad exterior que se ha visto dificultada por la covid-19, ya que desde el inicio de la pandemia el sector ha venido denunciando las dificultades que atraviesan para comercializar los productos en el mercado internacional.
Esta afección no solo se produce en el sector de los forrajes desecados, sino que se detecta de manera generalizada en la exportación en España y Europa, por la situación que están viviendo las empresas exportadoras usuarias del transporte marítimo, que sufren problemas que, "con total seguridad, condicionarán notablemente la salida de la crisis económica en Europa derivada de la pandemia".
Los precios de los contenedores han llegado a cuadruplicarse en los últimos dos meses por el colapso del transporte internacional de mercancías, lo que ha derivado que, en estos momentos, haya pocos contenedores y "los que hay estén mal repartidos tras el confinamiento. Algunos están almacenados en puertos que no los necesitan y viceversa", añaden desde AEFA.
Es una situación que está desencadenando en que el sector se vea afectado por las cancelaciones de barcos, problemas de equipos y de espacio en buques, condicionando la entrega de producto a los clientes internacionales. Esta afección, sobre todo, se está produciendo en el formato bala principalmente al requerir de contenedores para su transporte.
Desde AEFA se quiere hacer un llamamiento para que se tomen medidas para evitar los efectos negativos de la escasez de equipos y la escalada de los costes de los fletes marítimos, que pueden afectar al futuro de las ventas internacionales.
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