Aragón

Aragón cerrará 2020 con una caída del PIB del 8,2% para repuntar un 4,2% en 2021

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El crecimiento económico de la comunidad aragonesa quedará en 2020 lastrado por la COVID-19, estimándose una caída del PIB a cierre del año del 8,2%. Mejores perspectivas se abren para 2021, ejercicio en el que se prevé un repunte del 4,2%. En relación a la tasa de desempleo, se espera que sea del 12,1% en 2020 y del 12,6% en 2021.

Hasta el tercer trimestre del año, el PIB de Aragón ha tenido una evolución más favorable que la media española. Sin embargo, las medidas que se han tenido que adoptar para contener la segunda oleada de la pandemia y que han afectado a sectores como la hostelería con un cierre parcial están teniendo un impacto negativo en el cuarto trimestre de 2020.

Un contexto por el que el PIB de Aragón se espera que tenga una caída del 8,2% en 2020 frente al 12% de descenso de la media española. La previsión realizada por Funcas sitúa a la economía aragonesa como la cuarta con menor descenso dentro del conjunto del país, registrando solo mejor evolución Murcia con una caída del 7,3%, Castilla-La Mancha con el 7,5% y Extremadura con el 7,9%. La evolución de la comunidad aragonesa también contrasta con las que mayor caída se prevé que registren en este ejercicio como Islas Baleares con un descenso del PIB del 22%, Canarias con el 17,9% y Madrid con el 13,6%.

Las previsiones para el año 2021 reflejan a una recuperación de la economía de Aragón, que se estima en un repunte del 4,2% frente al 6,1% del conjunto de España. Una diferencia que se explica porque los servicios más afectados por la crisis se prevé que sean los que más crezcan en 2021, pero tienen un peso reducido en la estructura productiva. Pese a este repunte, la comunidad cerrará 2021 con un 4,4% por debajo del nivel de 2019. En materia de empleo, las previsiones son del 12,1% para 2020 y del 12,6% para 2021.

Los sectores económicos en Aragón menos afectados por la pandemia son los servicios de las administraciones públicas, así como el sector primario y la industria alimentaria, que además tienen un peso mayor que la media nacional. Por su parte, los servicios más afectados por la COVID-19 tienen un peso sensiblemente inferior a la media. Esto hace que Aragón tenga una ventaja estructural en esta crisis, que permite compensar la gravedad relativa de la segunda ola.

En relación al sector industrial, destaca una caída acumulada del IPI hasta octubre del 10,2%, en línea con la media nacional, en comparación con el mismo período del año anterior.

El índice de actividad en el sector servicios ha acumulado en el conjunto del año una caída más suave que la nacional -descenso del 12,5% en Aragón frente al 17,3% nacional-, siendo la comunidad aragonesa una de las autonomías en la que más se ha recuperado este indicador en los meses posteriores al confinamiento.

La caída de las pernoctaciones también ha sido más moderada que en la mayoría de las comunidades autónomas al igual que el descenso de las ventas minoristas, mientras que en el sector de la construcción se ha registrado una caída acumulada hasta el mes de noviembre en la afiliación a la seguridad social que supera la media nacional. Un dato este último en construcción al que se suma la peor evolución en los visados de obra nueva. Estas dos variables anticipan un descenso algo más intenso en la actividad.

En materia de exportaciones, Aragón es una de las comunidades en las que mejor se han comportado las exportaciones, registrando una caída del 4% hasta septiembre frente a la bajada del 12,6% del total nacional. Dentro de las ventas al exterior, atención merece la evolución de los automóviles, donde se ha experimentado una contracción muy moderada en comparación con otras regiones con presencia de esta industria.

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