
La empresa ha empezado a utilizar cámaras térmicas para medir la temperatura, además de trabajar la salud psicológica de la plantilla. Son acciones que se suman a las medidas que comenzó a introducir a principios de marzo para conseguir el objetivo de "cero contagios".
Cablescom se anticipó. Ya en el mes de febrero, ante la situación que se estaba viviendo en China con la Covid-19, se marcó el objetivo claro de proteger a los trabajadores para tener "cero contagios" y contribuir a evitar la propagación del coronavirus en la sociedad. Y, aprovechando la relación y la experiencia del grupo chino Hengtong al que pertenece, comenzó a trabajar en las primeras medidas para "controlar lo que está a nuestro alcance y evitar la expansión en la sociedad de la Covid-19 porque la prevención es imprescindible", ha explicado Verónica Iliescu, CEO de Cablescom, a elEconomista.es
El resultado de esta anticipación permitió que antes de decretarse el estado de alarma, Cablescom pusiera en marcha las medidas preventivas en su planta de Zaragoza, especializada en la producción de fibra óptica. "A principios de marzo, iniciamos el protocolo de medidas" como la compra de geles desinfectantes, la desinfección de espacios, el uso de mascarillas y guantes, la distancia de seguridad entre los empleados, se ha comprado impresora 3D y un compañero diseño en su casa unas pantallas"... y el teletrabajo, que realizan desde el pasado día 5 de marzo un total de 50 trabajadores de la plantilla total de 200 personas, que siguen desarrollando la actividad presencial.
A estas medidas, se ha sumado recientemente la utilización de cámaras térmicas para medir la temperatura. "Hemos aprendido mucho del grupo chino Hengtong", ya que en sus instalaciones se vivió antes la crisis de la Covid-19. De hecho, este grupo chino ya utilizó las cámaras térmicas, de fabricación propia, para su plantilla en China, que están pendientes del certificado CE para exportarlas a Europa.
Cablescom ha seguido esta premisa y está utilizando cámaras térmicas estándar, ante la imposibilidad de utilizar las propias del grupo por la falta de esa certificación. "Es una pantalla, como una tablet, que mide la temperatura a distancia" a la entrada del centro de trabajo de Zaragoza.
Una medida que complementa las ya adoptadas por la compañía que recomendó a todos los trabajadores tomarse la temperatura en casa para que nadie entrase al centro de trabajo si tenían más de 37,4 grados. "Los empleados nos pidieron ayuda porque no todos tienen termómetro y se fiaban más" de los recursos de la empresa.
La utilización de las cámaras térmicas ha permitido también resolver problemas que se planteaban en la planta para tomar la temperatura a los 200 empleados -se debía tomar uno por uno-, y proteger a la persona encargada de hacer las mediciones. Con las cámaras térmicas, la temperatura se toma a distancia, quedando la persona protegida. Además, está diseñada para que se tome a varios empleados a la vez, de manera que se agiliza todo el proceso. "En portería, tenemos un semáforo. Si la temperatura supera el límite, se enciende el color rojo. Se hace un control exhaustivo. Tenemos todo el acceso muy controlado y nadie entra sin mascarilla".
Las medidas preventivas y la anticipación con la que ha trabajado Cablescom ante esta crisis sanitaria de la Covid-19 ha dado como resultado que, de momento, no se haya producido ningún contagio entre la plantilla, además de contribuir a evitar la propagación de coronavirus en la sociedad.
Ahora, el siguiente paso es seguir contribuyendo a velar por el bienestar de la plantilla para lo que se han adoptado medidas para trabajar en el plano psicológico. "El confinamiento a largo plazo genera problemas psicológicos. Hemos instalado pantallas para recordar las medidas de seguridad, también mostramos los dibujos que nos mandan niños que reciben un diploma, ponemos mensajes de los empleados que teletrabajan, una canción de la playlist o vídeos hechos por los propios trabajadores y damos buenas noticias como el aumento de los pedidos. Estamos cuidando también la parte psicológica de las personas porque no es fácil trabajar desde casa ni venir a trabajar en estas circunstancias". Una labor en la que es clave la coordinación con el comité de empresa. "Hemos hecho un comité de seguimiento y un proceso de adaptación para combinar, seguridad, trabajo y una sonrisa, que es de gran ayuda".
Aumento de los pedidos
Y dentro de esas buenas noticias que se muestran en las pantallas está el aumento de pedidos que está experimentando Cablescom. La empresa no ha cerrado y ha continuado trabajando. "Ya teníamos contratos en vigor porque en marzo hubo un repunte de los pedidos". La empresa trabaja para grandes compañías en el sector de las telecomunicaciones -por ejemplo Telefónica, Orange o Másmóvil-, y con el teletrabajo, la formación a distancia... han tenido que dar más servicios por todo pasa por los datos. "Las operadoras habían hecho pedidos para no quedarse sin material. Si no dieran este servicio, tendríamos un problema mayor".
Un aumento que se cifra en un 10% en relación a los contratos que ya tenían acordados en el mes de marzo. Y, las previsiones para el mes de abril, siguen siendo positivas. "Es un logro grande por la demanda y el suministro". Nuevamente, la previsión del grupo chino fue decisiva para disponer de materia prima para continuar con la actividad. "Somos afortunados por la gestión del grupo".
Cablescom exporta el 80% de su producción, principalmente a Europa. Unas ventas en las que tampoco han registrado problemas en la logística o en las fronteras. "Estamos en contacto permanente con nuestros clientes porque hay algunos días de apertura de almacenes y si hay algún problema lo hemos solventado".