Aragón

Los empresarios aragoneses avisan de que la desaceleración económica se nota ya en la actividad empresarial

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CEOE Aragón ha mostrado su preocupación por la desaceleración económica, cuyos efectos ya se dejan sentir en la actividad económica y empresarial con el retraso en la toma de decisiones, la falta de proyectos de inversión o el descenso de pedidos. Una situación en la que no ayuda la falta de un Gobierno central, que sea estable y con políticas moderadas, ni la mayor presión fiscal en Aragón en comparación con otras autonomías.

"Vivimos un momento complejo político y económico, pero Aragón tiene fortalezas suficientes a nivel social, de agentes sociales, infraestructuras, innovación y talento que pueden hacer crecer a la comunidad por encima de la media española y paliar los riesgos de la economía de España y de Europa", con claros signos de desaceleración, según ha explicado el presidente de CEOE Aragón, Ricardo Mur, tras la celebración del Comité Ejecutivo y la Junta Directiva.

Una mejor posición de Aragón que, sin embargo, no impide que los empresarios aragoneses estén preocupados por la situación actual que se vive por los indicadores económicos que reflejan una desaceleración económica internacional y hechos concretos como la revisión a la baja en cuatro décimas de las previsiones de crecimiento del Banco de España, la guerra comercial Estados Unidos-China o la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), entre otros factores a los que se suma ver si las políticas de estímulo del Banco Central Europeo son capaces de favorecer la senda del crecimiento.

Es un contexto en el que "la percepción de las empresas es de ralentización económica", lo que se asienta en datos concretos como la caída del consumo privado y de la inversión pública o el descenso de las exportaciones de bienes y servicios. No obstante, "todavía hay vientos de cola", que pueden permitir crecer en los próximos meses, aunque también se observa que no entran nuevos proyectos de inversión.

Esta situación también tiene reflejo en el mercado de trabajo porque se ve un repunte en el aumento del desempleo, con 1.200 personas más sin trabajo en la comunidad aragonesa en comparación con 2018, y datos poco optimistas en sectores como la construcción y los servicios.

"Nos hace estar preocupados. Se nota parón". Una menor actividad que ya se ha traducido en "casos de bajada de pedidos, ajuste de precios, cambios de turnos o en el tema de paralización de inversiones". Es una situación que para, paliar los efectos, no ayuda la situación política nacional con la repetición de elecciones generales y los meses de parón que este proceso conlleva y que tiene consecuencias claras en, por ejemplo, la paralización del diálogo social. "Las decisiones se retrasan", así como la percepción de fondos estatales por parte de las autonomías. "Las comunidades autónomas se bloquean y se genera desconfianza. La inestabilidad política paraliza temas importantes para Aragón" como la financiación autonómica y la toma de medidas para minimizar el impacto de la desaceleración. En concreto, CEOE Aragón propone diez.

Esta situación política también preocupa porque son escépticos con el reparto de escaños que pueda salir de las urnas el próximo día 10 de noviembre, ya que prevén que sea similar al actual por lo que han pedido "tener miras más altas a nivel global para el país, las empresas y los trabajadores que necesitan un Gobierno estable con políticas moderadas y que fomente el crecimiento económico".

La presión fiscal, no ayuda

En este contexto político y económico, la mayor presión fiscal en la comunidad aragonesa en relación a otras autonomías no ayuda. "No hemos conseguido ponerlos de acuerdo con el Gobierno en impuestos como el IRPF, impuesto de sociedades, IVA, hidrocarburos, aprovechamientos energéticos... La solución pasa por la armonización con todas las comunidades autónomas para que sea igual".

Sin embargo, "mientras no se consigue esa armonización, hay comunidades que favorecen la atracción de empresas por la fiscalidad como Madrid. Si no se aplica esa política, Aragón compite en desigualdad", puesto que esta comunidad tiene el 10% del territorio y el 3% de la población, tiene un entorno de despoblación con costes de instalación que son más altos. 

"Entendemos la situación financiera de la Comunidad aragonesa, pero la bajada de impuestos atraería y dinamizaría" la actividad económica por lo que desde CEOE Aragón se va a seguir incidiendo en reclamar mejoras en todos aquellos tributos vinculados con el tejido empresarial como el Impuesto de Sucesiones, Actos Jurídicos Documentados... "en los que afectan a las empresas en las decisiones de inversión o, en los trabajadores, para instalarse" en un territorio.

Una mejor presión fiscal en la que también se va a seguir incidiendo en Zaragoza, aunque se centrará en demandar "más que una bajada, un mantenimiento". En los últimos cuatro años, con un gobierno de Zaragoza en Común en el Ayuntamiento de Zaragoza se ha subido a las empresas el IBI y el IAE.

La bajada del IBI planteada en la propuesta del actual equipo de gobierno PP-Ciudadanos (rebaja medida del 0,34% en el recibo y medidas específicas para, por ejemplo, el comercio), es "un gesto. Es un gesto que no es suficiente por las subidas injustificadas que hemos tenido en los últimos cuatro años. Pensamos que, como mínimo, se tiene que volver a la situación anterior".

Ahora, "nos parece un gesto dentro de un contexto económico de deudas no previstas en el Ayuntamiento de Zaragoza", pero en el que CEOE seguirá defendiendo que el IBI y el IAE para las empresas zaragozanas retorne a la situación anterior y no se haga un perjuicio como se hizo a las empresas.

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