
Catedrática de Historia e Instituciones Económicas, feminista, de izquierdas -no afiliada al PSOE- y un huracán de ideas que proyecta a través de su pasión hablando. Ha llegado como un soplo de aire fresco a un Gobierno
andaluz que afronta sus últimas semanas de legislatura.
¿A poco de las elecciones, qué espera hacer en tres o seis meses? Pues yo espero hacer bastantes cosas, en dos planos. Por una parte, con una buena gestión diaria, porque esté quien esté al frente de la Consejería, ésta no para. Termina el curso y comienza otro, como en el ámbito universitario; y hemos sacado adelante las ayudas a los autónomos; nuevas convocatorias de ayudas sociales, como el Programa Progresa o Constituimos; le hemos dado también el último empujón al Consejo Andaluz de Economía Social… Es decir, cosas de la gestión diaria. Y también hay temas a más largo plazo, ya que se están diseñando programas y medidas. Me gustaría dejar diseñadas algunas líneas de actuación, como es el caso del Programa María Castellano, para suplir la carencia del profesorado en Medicina. Junto a eso, creo que son muy importante dos estudios que hemos encargado: el primero es un mapa de titulaciones en Andalucía, para ver las necesidades que tienen las empresas andaluzas a medio y largo plazo en esta nueva revolución tecnológica. Y el segundo es un mapa de investigación e innovación en Andalucía, pues creemos que se desconoce gran parte de las investigaciones que se hacen en el mundo empresarial y universitario.
Bajo sus competencias está la agencia de promoción exterior, Extenda, una de las joyas de la corona de la Junta, a la que usted ha querido poner su sello con algunos cambios. ¿Para qué? En Extenda, por primera vez la consejera se pone al frente como presidenta para darle mayor voz y presencia. También hemos incluido en su consejo de administración departamentos de la Junta de Andalucía que antes no estaban presentes, como el Instituto Andaluz de la Mujer y la Consejería de Turismo y la Consejería de Cultura. Nos parece importante darle esa visión más transversal y también de género a esta gran herramienta.
¿Qué espera aportar desde Extenda para mantener o incrementar el actual ritmo de exportaciones, que ya bate récords? Yo destacaría de Extenda, que es la herramienta que tiene la Junta a ayudar a las empresas andaluzas a la internacionalización, la provisión de servicios a las empresas, grandes y pequeñas. Creo que esta es la clave del modelo. No son subvenciones directas a las empresas, sino que se les está proporcionando servicios muy importantes. Esto es en definitiva a lo que tenemos que encaminarnos como Administración Pública, a ser facilitadores de esa creación de valor. Los datos de exportación siguen al alza.
En 2017 Andalucía batió récord, con más de 30.000 millones. ¿Qué esperan de este año? Esperamos mantener o superar esa senda. Andalucía ha alcanzado en los cinco primeros meses de 2018 un nuevo récord de exportaciones al superar por primera vez los 14.289 millones, manteniéndose como la segunda comunidad en el ránking de exportaciones de España y realizando en este periodo unas ventas al exterior equivalentes a las de un año completo hace una década (2009). Las exportaciones en estos cinco meses de 2018 han tenido un crecimiento del 3,8 por ciento y un superávit de la balanza comercial con el exterior de 819 millones. Creo que los datos hablan por sí sólo.
El año pasado Asia superó por primera vez a América como continente de destino de las exportaciones andaluzas. ¿Fue coyuntural o es una tendencia que vamos a ver a futuro? El mercado principal sigue siendo Europa, que es nuestro mercado local, pero es importante dosificar mercados y no tener todos los huevos en una cesta. Es decir, que hay que contemplar que en cualquier lugar puede darse una crisis y por eso es bueno acceder a todos los mercados posibles. Y está claro que Asia es más complicado y desconocido, más que los europeos, y debemos apuntar hacia él. Pero también debemos mirar también al mercado africano, que lo tenemos más cerca y, por cierto, mercado donde los chinos están invirtiendo mucho.
Guerra comercial EEUU-UE, aranceles a la aceituna negra, 'Brexit'... ¿La situación internacional anima a salir o a frenar esas ventas exteriores? Es cierto que hay una guerra comercial, aunque partamos de la base de que nunca ha habido libre comercio y siempre ha habido desigualdades dependiendo del poder de los países, como el caso de EEUU. La diferencia ahora es que hay un presidente, como Trump, que hace explícitas esas barreras comerciales. Es posible que podamos ver ahora un retroceso, pero creo que parcial, ya que las nuevas tecnologías posibilitan esa globalización y amortiguan de alguna forma esa regresión. En cualquier caso, debemos potenciar también un modelo de crecimiento más endógeno, con un mercado interno suficientemente fuerte, porque el verdadero problema que tenemos en Andalucía es un mercado interno muy débil. Seguimos con una población con salarios bajos y ahí nos encontramos con una paradoja: un empresario cree que le puede venir bien esa bajada de sueldos, porque así aumenta sus beneficios, pero si todos tenemos salarios muy bajos, ¿quién consume? Por tanto, eso es perjudicial para las empresas. Por eso no solo hay que mirar al mercado exterior, sino también al interior.
¿Teme la Consejería que esa decisión de la aceituna negra se pueda extender a otros productos como el aceite de oliva? Creemos que esto se parará ahí. Además, hablamos de un producto como es el aceite de oliva, donde se han hecho avances muy importantes en Andalucía. Antes nosotros exportábamos a granel y eran los italianos los que lo embotellaban y se quedaban con ese valor añadido. Sin embargo, ahora gran parte de esa riqueza que se iba fuera se está quedando en Andalucía. Por lo tanto, es un sector que hay que seguir mimando.
La innovación en Andalucía sigue siendo una de las grandes carencias. ¿Qué planes de futuro se pueden hacer para remediar esto? Lo más importante es que se produzca cada vez más un flujo de información con espacios dondes se puedan encontrar los grupos de investigación y las empresas. Precisamente, el nuevo Programa Marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea Horizon Europe va a estar más orientado a la aplicación de la investigación en el ámbito económico, y lo hará a través de lo que ellos llaman misiones. Sería como la misión a la Luna. Es decir, esa histórica misión implicó a diferentes sectores de EEUU para llevar al hombre a nuestro satélite. No solo fue la industria aeroespacial, sino que había una conciencia colectiva en la participaron muchos más sectores y agentes para un objetivo común. Siguiendo ese ejemplo, habría que abordar de una manera interdisciplinar y con innovación los problemas concretos que tengamos en la sociedad actual. La innovación no solo es tecnología, la innovación social también es fundamental. Y eso va a requerir necesariamente ese diálogo entre la empresa, la universidad, los centros de investigación y la Administración Pública.
El 95 por ciento del tejido productivo de Andalucía son micropymes. ¿Cómo esa pequeña empresa accede a los conocimientos de la innovación? Hay pymes que son muy innovadoras, y si hay algo que las nuevas tecnologías permiten son escalas distintas. No necesariamente una gran empresa y su tamaño van a determinar el volumen de su inversión. Puedes especializarte en algo gracias a las nuevas tecnologías y que pequeños actores entren de igual modo que los grandes a jugar globalmente. Por lo tanto, el size matters, o el tamaño importa, menos que antes en cuanto a innovación. Por otro lado, herramientas como Extenda o como la Agencia Andaluza del Conocimiento, van a posibilitar que esa información de la que habla llegue a todas las empresas ya sean pequeñas o grandes. Asimismo, no es que vayan a formarse clústeres, pero sí que las pymes pueden cooperar entre ellas para la innovación. Y por último, hay que dejar claro que innovar no es poner nuevas máquinas en la empresa. También puede ser una forma distinta de organizarnos o actuar. A veces innovar es simplemente pensar en términos de colaboración y no de competencia con otra empresa.
La innovación la está aplicando un sector puntero como el aeronáutico pero también lo está haciendo uno tan tradicional como campo... Hay muchas maneras de innovar, y el sector agroalimentario andaluz lo está aprovechando bien, y ahí están sus resultados en estos años. También en otros sectores, como en la biomedicina, y ahí tenemos el Parque de la Salud de Granada. O empresas privadas con un gran potencial de innovación. Y tenmos ejemplos como la sevillana Xtraice, que fabrica pistas de hielo artificial, y las vende por todo el mundo. Igualmente, cada vez nacen más startups en Andalucía con clara visión hacia el exterior. Por ello se pueden establecer oficinas volantes de Extenda que vayan por los distintos CADE, para que haya más interacción.
¿Qué va a suponer la Compra Pública de Innovación? Hay demandas que tiene la Administración pública que no están satisfechas con los productos que tenemos actualmente en el mercado y hace falta que se desarrollen productos ad hoc para dar respuestas a esas demandas. Desde la Administración vamos a potenciar la innovación diciéndole a las empresas: "Necesitamos este producto y si lo desarrollas te lo vamos a comprar". Por lo tanto, ya tienen incentivos para desarrollar una apuesta innovadora que ahora puede valer para la Junta, pero que posiblemente sean demandas muy similares que también tengan otros ámbitos.
¿Cuándo se van a poner en marcha? La Compra Pública de Innovación lleva varios años aplicándose en Europa, y en Andalucía se han desarrollado ya 8 proyectos, con financiación europea y nacional, ligadas a la salud, al sector agroalimentario y a infraestructuras portuarias. Pero ahora se ha cerrado un borrador de la Estrategia de Impulso de la Compra Pública de Innovación de la Junta de Andalucía. Previamente se detectaron 168 necesidades tecnológicas sobre las que ya se está trabajando y hemos definido 5 que se iniciarán este mismo año, con un presupuesto de 10 millones de euros. En total, la Estrategia contempla destinar 50 millones de euros hasta final de 2020.
¿En qué sectores? Las soluciones más demandadas por el sector público andaluz se relacionan con el big data, aplicado a varias áreas, el reciclaje de materiales y residuos, aplicaciones y plataformas TIC para salud, para energía y soluciones basadas en drones, entre otros. Un estudio dice que el 52 por ciento de los empleos andaluces corren riesgo de automatización en apenas 10 años... En Andalucía tenemos una ventaja y un inconveniente, al respecto de la robotización. La ventaja es que al ser una región menos industrial que otras el impacto inmediato puede ser menor, pero a medio-largo plazo nos cogerá. Y lo malo es que como no somos una región muy tecnificada tenemos que trabajar en esa línea para liderar algunos sectores, como los que tienen que ver con el cuidado, por ejemplo, a las personas, al medio ambiente o al patrimonio, que tienen mucho potencial. Y en ellos es más difícil la sustitución de mano de obra. Los robots nos pueden cuidar, pero les traemos sin cuidado. La dimensión humana del cuidado es más difícilmente sustituible.
Un 63 por ciento de las empresas no encuentran empleados formados en sus necesidades, y se quejan de que ellos los tienen que formar... ¿Y por qué no participan en los consejos sociales? Desde la reforma el año 2007, todas las titulaciones requieren de la participación de stakeholders o de empresarios y futuros empleadores. Pero no están ni en su formación, ni en su seguimiento, ni en su evaluación. ¿Dónde están entonces? Yo creo que en los últimos años, la Universidad está más abierta y son los empresarios los que no están mirando suficientemente a la Universidad. Hace unos años era al revés.