Imaginemos un paseo por la playa con la arena húmeda. Ahí se quedan nuestras huellas, pero luego la marea las borra y desaparecen. En Internet, no hay mareas. Nada se borra y todo permanece. Sandra Romero Cañadas, periodista especializada en Comunicación Digital y Redes Sociales para Empleo y Empresa y directora del programa formativo de transformación digital Reinventharse, nos muestra con este símil que "la huella digital es el camino de migas de pan que vamos dejando con todo lo que hacemos en Internet".
Visitar webs, interacción en redes sociales, llamadas a través de aplicaciones como Skype, descarga de aplicaciones en el móvil, etcétera. Todo deja un rastro que pasa a formar parte de un banco de datos masivo que se llama Big Data. Jorge Sanz, director del Máster FP en Ciberseguridad en el Centro Universitario U-tad, añade que la huella digital, o presencia online, "se refiere a la presentación y gestión de la marca de una persona o empresa en Internet". Es decir, es lo que alguien podría encontrar si buscara en un motor de búsqueda.
"Las huellas digitales son importantes porque son relativamente permanentes y, una vez que los datos son públicos, o incluso semipúblicos, como en el caso de las publicaciones en redes sociales, el propietario tiene poco control sobre cómo los usarán los demás", según destaca Marc Rivero, Lead Security Researcher de Kaspersky. Por su parte, "los cibercriminales pueden aprovecharse de la huella digital, utilizándola para fines como el phishing, para acceder a la cuenta o crear identidades falsas basadas con los datos de un usuario".
Por otro lado, la identidad digital es la información pública que está en Internet sobre una persona o una organización. Datos personales, fotos, vídeos, noticias, comentarios, etcétera. "Es la que crea una opinión a terceros sobre las personas, las organizaciones o las empresas", dice Romero Cañadas. Sanz recuerda que el uso de los servicios digitales por parte de la población se ha disparado. Las compras online o las redes sociales, así como múltiples servicios en Internet hace que tengamos muchas cuentas en línea. Si siempre se usa el mismo dato para identificarse (el correo electrónico en la gran mayoría de los casos), esa dirección de email será la identidad digital.
Ambos son conceptos parecidos, pero que tienen diferentes matices. "Mientras que la huella digital hace referencia a los rastros y datos que dejamos al navegar por Internet, la identidad digital se refiere a la información que un usuario proporciona voluntariamente en el entorno digital y que permite identificarlo de manera consciente", apunta Rivero. Estos podrían ser los nombres de usuario, perfiles en redes sociales, direcciones de correo electrónico, imágenes, etcétera.
"Ni somos conscientes de la información que hacemos pública, compartida por ejemplo en redes sociales, ni tampoco de los datos que hacemos públicos", advierte Romero Cañadas. El 74% de los españoles, según un estudio de Kaspersky, cree, erróneamente, que es posible eliminar totalmente su presencia en la Red, extendiéndose la idea de que la información difundida a través de redes sociales puede eliminarse completamente. Sanz sostiene que "los usuarios ponen foco en la protección del contenido, pero hay otra información útil: con quién son las comunicaciones, con qué frecuencia, de qué tamaño son los mensajes, los momentos del día en que se realizan, etcétera".
"La huella digital no es mala per se", prosigue Sanz, quien señala que lo más importante es ser consciente de la huella que se deja y entender esa información con visión analítica y evaluar si puede ser aprovechada por un ciberdelincuente. De igual modo, deja claro que se pueden prevenir ciertos tipos de ciberataques. "Ser consciente de esos datos, y tratar de adelantarse a cómo pueden ser usados por agentes maliciosos, es una forma de protegerse", asegura.
Vivimos en un mundo en el que la inmediatez nos hace aceptar todo lo que nos sale en la pantalla. ¿Alguna vez nos hemos parado a pensar en los permisos de acceso a nuestros dispositivos móviles que damos a las aplicaciones que descargamos? Es algo en lo que Romero Cañadas insiste mucho, pues "limitar los permisos a las aplicaciones de las redes sociales es una acción de ciberseguridad muy sencilla que muy pocas personas realizan".
Rivero puntualiza que es posible fortalecer la seguridad y reducir el riesgo de ciberataques, si somos conscientes de nuestra huella digital. "Podemos tomar medidas proactivas para limitar la información expuesta y potencialmente perjudicial", indica, avisando que un ciberdelincuente que conoce la huella digital de un usuario o de una empresa puede personalizar ataques para hacerlos más efectivos.
En cuanto a las precauciones que se deben tomar en ámbitos como las redes sociales, en Kaspersky recomiendan revisar y ajustar regularmente la configuración de privacidad de las cuentas y los datos que se están compartiendo, así como limitar la visibilidad de las publicaciones sólo a personas de confianza. Igualmente es primordial aceptar solicitudes de amistad de personas de confianza. Los ciberdelincuentes a menudo crean perfiles falsos para obtener acceso a información. Por ello, "es fundamental evitar compartir información sensible, como número de teléfono o información financiera, desactivar la geolocalización y mantener los dispositivos seguros utilizando contraseñas y usando una solución de seguridad".
Lo más importante es tomar conciencia de que los responsables de nuestra identidad digital somos nosotros mismos. "Detrás de las políticas de privacidad hay un interés comercial muy grande", declara Romero Cañadas. Por ende, "tenemos que ser conscientes de que nos hemos convertido en una mercancía y tomar medidas para proteger nuestra identidad". Recomienda leer las políticas de privacidad, configurar la privacidad para limitar publicaciones en nuestros perfiles, utilizar antivirus y evitar en la medida de lo posible la instalación de cookies.
Para proteger la huella digital, Rivero señala que "es esencial monitorear la presencia online utilizando buscadores". Los usuarios pueden limitar los datos que comparten en sitios web y redes sociales, y priorizar la revisión y ajuste de las configuraciones de privacidad.
Al navegar, es trascendental elegir sitios seguros que comiencen con "https://" y evitar conexiones a redes Wi-Fi públicas. Otra forma de reducir la huella digital es eliminando las cuentas antiguas, los perfiles de redes sociales que ya no se usan para minimizar la exposición a posibles filtraciones de datos. Por último, es recomendable utilizar contraseñas fuertes y actualizar regularmente el software y sistemas operativos. Hay que prestar atención a los permisos de las aplicaciones móviles y considerar el uso de redes privadas virtuales (VPN) para ampliar la privacidad en Internet.
Un test de huella digital es una especie de descripción digital corporativa que aporta datos para conocer una marca con el conjunto de información que sobre la empresa está expuesta en Internet. Es prioritario que las pymes tomen conciencia de que se debe construir de acuerdo con una estrategia de negocio, a lo largo del tiempo y de una forma activa. Básicamente, dicho test consiste, en palabras de Sanz, en identificar "la presencia online", en analizar esa información y en determinar si es acorde a la imagen que se quiere proyectar al público. Desde el punto de vista de la seguridad, "esa misma información debe ser analizada con los ojos de un ciberdelincuente, buscando posibles datos o comportamientos, que de alguna forma puedan ayudarle a identificar información sensible que pueda ser usada de forma maliciosa".
Hay subvenciones dirigidas a mejorar la digitalización de las pymes, proceso en el que hay que tener en cuenta cómo cuidar la huella digital. Para tramitar el Kit Digital, y así embarcarse más fácilmente en la transformación digital, Banco Santander ha firmado un acuerdo con Orange para que las pymes tengan a su disposición a un experto que les ayudará a llevar a cabo todo el proceso. Desde la identificación de la ayuda a la que pueden optar hasta la tramitación de la solicitud, pasando por la validación de los requisitos para acceder a la subvención o la elección de las soluciones que mejor se adapten a sus necesidades.
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