
Aunque podamos pensar que la ropa se limita a ser únicamente un trozo de tela en diferentes tejidos y estampados, lo cierto es que la forma en la que nos vestimos es mucho más que una cuestión estética. Por la mañana, abrimos el armario y optamos por una parte de arriba, otra de abajo, un calzado y algunos accesorios, y ya esa decisión, a priori rutinaria y sin importancia, revela cuál es nuestra personalidad y el mensaje que queremos lanzar a los demás.
Y es que, aunque para muchos la moda entraña un concepto divertido, con el que experimentar y jugar, para otras personas puede significar todo lo contrario. Por supuesto, ninguna de estas dos versiones es mejor que otra, no obstante, sí que nos puede revelar quién es la persona que lleva esas prendas, cuál es su poder adquisitivo e, incluso, su origen.
A pesar de que las grandes firmas de la moda se empeñen en hacernos creer que esta es inalcanzable y que para vestir bien hace falta desembolsar grandes cantidades de dinero, esto no es así. Realmente el concepto de "ir bien vestido" es algo muy personal, aunque sí que es cierto que hay algunas prendas o artículos que al verlos, con un simple vistazo, nos revela que esa persona es de clase baja.
Los ocho artículos que una persona pertenece a clase media-baja
En primer lugar, aunque haya quienes no le da tanta importancia a esta parte del conjunto, el calzado puede revelar muchos datos. Si hay una señal que es universalmente reconocible, esa es la de las zapatillas o botas claramente desgastadas. Nos referimos a esas zapatillas de lona que algún día fueron blancas y que ahora se asemejan más al color grisáceo, o aquellas botas o botines cuya suela está en los últimos días. Ahora bien, estos zapatos también revelan otras cualidades y características de estas personas, como el ingenio, la practicidad y la capacidad para priorizar la necesidad frente a la apariencia.
Las botas UGG o similares es un tipo de calzado que se utilizan en todas las clases sociales, no obstante, existe una diferencia. Por lo general, las mujeres de clase media-baja optan por una alternativa mucho más económica con algún modelo que se asemeje estéticamente y que sean igual de calentitas. Estamos hablando de unas botas que suelen rondar los 150 euros, y que son concebidas como un gasto desproporcionado para muchas personas, más allá de su comodidad.

En cuanto a los accesorios, el bolso también es uno de esos artículos que puede revelar que una persona pertenece a la clase media-baja. Seguramente, te habrás fijado cómo los centros comerciales y las tiendas están repletos de bolsos de piel sintética, algunos bastante rígidos sin querer ser así, o que imitan a los modelos de las firmas de lujo, ya sea en forma, diseño o algún monograma. Por lo general, las mujeres de clase alta se inclinan por artículos más discretos y de calidad, frente a aquellos que parecen lo que no son.
Las joyas también puede indicarnos cosas. Si te decantas por aquellos conjuntos formados por pendientes y un collar a juego, probablemente pertenezcas a la clase media-baja. Estas personas se decantan por la practicidad y la economía, ya que estos conjuntos suelen venderse a personas cuyo presupuesto es más limitado. Por el contrario, quienes pertenecen a la clase alta, optan por joyas diferentes, artesanales y reliquias, de un precio bastante más elevado y que no suelen funcionar en cualquier ocasión o conjunto.

Asimismo, los anillos de bisutería también son un claro indicativo. Estamos hablando de aquellos que a priori lucían y brillaban como si fueran oro o plata pero que, con el paso de los días, se han acabado desgastando y tintan el dedo de verde. Eso sí, otro dato que nos revelan también es el sentimentalismo que esconden, ya que por lo general suelen ser regalos.
Chaquetas, ropa interior y vaqueros
La ropa interior, aunque no suele verse, es otra de esas prendas que en ocasiones puede concebirse como un "lujo silencioso". Y es que, a pesar de ser un artículo de lo más básico, hay quienes no los renuevan tanto como les gustaría o lo necesitaría la prenda, aunque las copas ya se hayan desgastado y los tirantes se hayan dado de sí. ¿El motivo? Por lo general, suelen ser caros.
Ante ello, aquellas personas que pertenecen a la clase media-baja optan por 'packs' más económicos o paquetes que incluyen varios, aunque la calidad sea menor. Al contrario, las mujeres con un poder adquisitivo mayor acuden a tiendas especializadas y compran conjuntos de ropa interior o lencería más a menudo.

Las prendas de abrigo también se incluyen en este grupo. Una de las opciones más utilizadas por las personas de clase media-baja son aquellas chaquetas acolchadas que se encuentran en las tiendas de ropa y centros comerciales. Calentitas, prácticas y económicas, su diseño no suele variar mucho a lo largo de los años, por lo que se concibe como una compra a largo plazo.
Frente a ello, las mujeres de clase alta se decantan por abrigos de paño largo, chaquetas de piel, de pelo o de cuero, con varias opciones según la ocasión o el conjunto. Sin duda, las chaquetas acolchadas, más allá de la clase social, también nos indica la practicidad y revela una elección de sentido común con la que afrontar el frío sin caer en las tendencias.
Por último, los vaqueros. Básicos y una prenda que es un claro fondo de armario, estos también pueden contarnos ciertas cosas. Seas de la clase social que seas, reconocerás que hay unos vaqueros en tu armario que son tus favoritos y a los que recurren siempre. Ahora bien, la diferencia se encuentra en el aspecto que estos tienen tras los lavados, pues aquellos de peor calidad suelen descolorarse, dar de si o deshilacharse.