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Mar Casas, experta en protocolo, sobre mirar en España a cualquier parte menos dentro del vaso: "Es una falta de educación"

Mirar vaso de agua. Fuente: Canva.

Cuando estamos en una mesa de reuniones en España, nos surgen varias cuestiones que solo se resuelven con la práctica y 'cogiendo' experiencia. Sobre todo si es la primera vez. De ahí que sean muchas las personas jóvenes que se informen antes de acudir a un evento así, con tal de dar la mejor impresión posible.

Por suerte, Mar Casas, experta en protocolo y asesora en formación de camareros, ha tratado de ofrecer en el pódcast 'Tiene Sentido' una visión amplia en este sentido, ofreciendo una serie de recomendaciones que no han dejado indiferente a nadie y serán de gran utilidad a largo plazo.

En profundidad

Al parecer, uno de los principios básicos del protocolo es la visibilidad de las manos en la mesa. Aunque parezca algo lógico, la realidad es que tiene orígenes históricos. Y es que en épocas pasadas, ocultar las manos podía generar desconfianza, ya que dentro de guantes o mangas se podían esconder armas.

De ahí que los brazos deban descansar -sin ser descarados- sobre el borde de la mesa. Ojo, nunca con los codos apoyados o colgando de la mesa. "No perdamos la naturalidad", ha manifestado de manera contundente la experta en el mencionado medio.

Más detalles

A su juicio, el comportamiento en la mesa no debe ser rígido. Pese a que es correcto estar con la espalda recta y el cuerpo erguido, hay que inclinarse ligeramente cuando alguien nos habla debido a que favorece una conversación más cercana y, sobre todo, demuestra interés.

Al llevar un vaso a la boca o una copa, hay que mirar dentro del recipiente y no a otra persona ni a la cámara, en caso de estar grabando. "Es una falta de educación mirar a cualquier parte, menos dentro del vaso. De lo contrario, deja a los demás una imagen poco refinada.

A tener en cuenta

Sobre las servilletas, su sitio ideal es sobre las rodillas desde el inicio hasta el final de la comida. En caso de levantarse de la mesa, hay que dejarla en el asiento. Ahora bien, de haber terminado, se deja sobre la mesa, recogida y sin hacer mucho ruido, a ser posible.

Por último, ha recordado que "jamás se llama al camarero con un gesto". Esto, que a menudo se realiza en nuestro país, deja clara una falta de cortesía y desconocimiento. Cerrar la carta y dejarla sobre la mesa indica, indirectamente, que se está listo para comer.

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