Actualidad

Bruselas se propone reducir un 10% el consumo de agua en la UE para 2030

  • La Estrategia de Resiliencia Hídrica diseñada por la Comisión Europea contempla medidas para ayudar a los Estados miembros a mejorar la eficiencia 
  • El principal objetivo es garantizar el abastecimiento de personas, economía y medio ambiente frente a la emergencia climática
  • Contenido publicado en la revista Agua y Medio Ambiente

Los objetivos son tan claros como ambiciosos. En apenas unas líneas, la Unión Europea ha escrito la pauta para sortear una realidad más que evidente: el agua, siendo vital para nuestra existencia, no puede simplemente darse por sentada. Y especialmente en un contexto como el actual, en el que las consecuencias de la actividad humana y la emergencia climática están acelerando tanto la escasez como los peligros relacionados con este recurso.

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), un 20% del territorio europeo y un 30% de su población sufre estrés hídrico, y la ONU calcula que un 90% de los desastres naturales guardan relación con el agua. En este escenario, la Comisión Europea acaba de aprobar la Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica, una hoja de ruta diseñada para restaurar y proteger el ciclo del agua, garantizar agua limpia y asequible para todos y crear una economía hídrica sostenible, resiliente, inteligente y competitiva en Europa. Según Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo comunitario, el documento recoge las principales líneas de acción necesarias para "actuar ahora y proteger este escaso recurso que es vida".

Sin embargo, el esperado documento no ha cumplido las expectativas del sector, que critica la falta la de compromisos vinculantes y echa de menos una financiación más definida. También los agricultores se han mostrado decepcionados por la ausencia de herramientas que recompensen el ahorro.

Criterios locales para recortar el consumo

Aunque con distintas intensidades, los 27 Estados miembros enfrentan fenómenos meteorológicos extremos consecuencia inequívoca del cambio climático. Inundaciones, sequías o incendios no son ajenos a los territorios de la Unión, asomados además a una tendencia que anuncia el recrudecimiento de estos episodios potencialmente catastróficos.

La ciudadanía europea está cada vez más expuesta a realidades que afectan directamente su salud y que zarandean también las economías que se afanan en mantener. De hecho, la Comisión establece que "cinco de los diez principales riesgos a nivel mundial para las empresas están relacionados con el agua".

La Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica, si bien pivota sobre tres puntos clave para la acción común, coloca en primer término el objetivo de restaurar y proteger el ciclo del agua apoyándose en normativas ya existentes, como la Directiva Marco del Agua y la de Gestión de Inundaciones. Y para garantizar la correcta preservación desde la fuente hasta el mar, la Comisión incorpora ahora herramientas y acciones concretas diseñadas para mejorar la retención del agua en los suelos, prevenir la contaminación y poner coto al vertido de contaminantes en el agua potable.

En este sentido, ha publicado una serie de recomendaciones que establecen principios rectores para recortar el consumo de agua. Bruselas apunta el objetivo de mejorar esta eficiencia al menos un 10% antes de 2030 y propone a los Estados miembros que fijen sus propios criterios atendiendo a sus circunstancias particulares. Entre las pautas señaladas destaca la necesidad de modernizar las infraestructuras integrando soluciones digitales con el objetivo de reducir las fugas de agua y recortar el porcentaje de pérdidas, que oscilan entre el 8% y el 57% entre los países.

Revertir la contaminación de las aguas

Según datos de la AEMA, únicamente el 37% de las masas de agua superficiales de Europa alcanzan un estado ecológico bueno o elevado, mientras que apenas el 29% se encuentra en un buen estado químico.

Los contaminantes de larga duración, como el mercurio, los plásticos o las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), constituyen la principal causa de la contaminación química. El organismo europeo afirma que de los 1.300 puntos de control que existen en Europa, el 59% de los que se ubican en ríos, el 35% en lagos y el 73% en aguas costeras superan la norma de calidad ambiental establecida para estas sustancias. Pero sin ellas, el 80% de las aguas superficiales podría alcanzar el buen estado químico.

Los PFAS, también conocidos como químicos eternos por su extrema persistencia en el medio ambiente, son sustancias altamente resistentes y su presencia en las fuentes vitales del agua causa un impacto negativo en la salud de la ciudadanía. Más allá, su proliferación conlleva pérdidas económicas por un valor estimado de entre 52.000 y 84.000 millones de euros anuales, ya que muchos de ellos están considerados como cancerígenos.

Estas sustancias amenazan directamente la salud, la calidad de las aguas, la producción de alimentos y las operaciones industriales. Por eso, su eliminación se ha convertido en uno de los ejes centrales de la Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica, que establece también la necesidad de limpiar espacios ya contaminados y preservar aquellos que aún no dan síntomas de estarlo.

La Comisión estima que el coste de descontaminar los PFAS en Europa supone entre 5.000 y 100.000 millones al año. Únicamente para llevarlo a cabo en el sector del agua, la cifra puede ascender hasta los 18.000 millones. Además, eliminar determinados contaminantes como el TFA (ácido trifluoroacético, una variante de las PFAS), implica complejos procesos basados en la extracción de todos los minerales del agua para, después, volver a añadirlos.

Por eso, la estrategia de Bruselas aboga por configurar una iniciativa público-privada que permita desarrollar métodos de detección y tratamiento de la contaminación y, más allá, aplicar el principio de "quien contamina, paga", reservando los fondos de dinero público únicamente para quellos espacios en los que no se pueda determinar a quién corresponde la responsabilidad de su estado.

Brecha de inversión

La estrategia reconoce que existe un déficit de inversión anual de unos 23.000 millones de euros en materia de agua, ya que actualmente se invierten alrededor de 55.000 millones al año y esta cifra resulta insuficiente. Para cerrar esta brecha propone aumentar los fondos disponibles de la política de cohesión destinados al agua, así como desarrollar una "hoja de ruta para créditos de la naturaleza" que movilice inversión privada para implantar Soluciones Basadas en la Naturaleza, modernizar las infraestructuras hídricas, reducir las fugas e implementar herramientas digitales.

Por su parte, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), en cooperación con la Comisión, tiene previsto lanzar un nuevo Programa del Agua y un Mecanismo de Asesoramiento para el Agua Sostenible que contará con un presupuesto de 15.000 millones de euros para el periodo 2025-2027.

La revisión de la Directiva sobre Nitratos estará lista este año

La Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica establece que limitar la contaminación de los ecosistemas acuáticos por nutrientes debe ser una prioridad para restaurar la calidad del agua. Los nutrientes procedentes de la agricultura, la industria y otras fuentes afectan a la salud humana, favorecen la proliferación de algas y reducen considerablemente el nivel de oxígeno, unas consecuencias letales para los ecosistemas acuáticos.

Según el estudio "Costes y beneficios del nitrógeno para Europa e implicaciones para la mitigación", las pérdidas socioeconómicas asociadas a este proceso podrían oscilar entre 75 y 485 millones de euros al año solo en lo que respecta al nitrógeno. El documento destaca que estos costes exigen una mejor implementación de la Directiva sobre Nitratos en todos los Estados miembros y para ello se está llevando a cabo una revisión de la normativa que podría estar lista antes de que finalice este año.

Para garantizar el seguimiento de la estrategia, la Comisión organizará foros bienales sobre resiliencia hídrica a partir de diciembre de 2025, y realizará una revisión general intermedia en 2027.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky