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Caída al infierno del jeque Al-Thani en Málaga: de la gloria al banquillo por desvalijar el club

  • Le piden 14 años por apropiación indebida y administración desleal
  • Junto a él serán juzgados sus tres hijos y otros cinco ex directivos
  • Tocó la gloria en Champions y acabó fracasando también en los negocios

El jeque catarí Abdullah Al-Thani se sentará en el banquillo de la Audiencia de Málaga junto a sus tres hijos, Rakan, Nasser y Nayef, acusados de delitos de apropiación indebida, administración desleal e imposición de acuerdos abusivos durante su gestión en el Málaga CF, club en el que desembarcaron en 2010 y que dirigieron hasta 2019, pasando del paraíso y la gloria de las grandes gestas deportivas a los descensos, la ruina y los procesos judiciales por desvalijar la entidad.

Para el fiscal, los Al-Thani presuntamente dispusieron en su beneficio de dinero de la entidad, «vaciando patrimonialmente a la misma», aunque el club estaba en una situación financiera delicada. Esta supuesta «dinámica de ilícito apoderamiento» se habría materializado, a su parecer, «con la connivencia e indispensable colaboración» de cinco exdirectivos.

Esos cinco directivos son, según el auto de apertura de juicio oral dictado por Instrucción 14 de Málaga, Roberto Cano, Joaquín Jofre, Moayad Shatat, Vicente Casado y Manuel Novo, para los que el Ministerio Público pide diez años de cárcel, informa EFE.

El juzgado ha reclamado además una fianza a los acusados de 14,2 millones de euros. Cada procesado tendrá que hacer frente a la fianza según el grado de participación que le imputan las acusaciones, con la advertencia de embargos si no cubren las cantidades exigidas.

Aparecen dos entidades como responsables civiles subsidiarias y también se ratifica la medida cautelar de administración judicial de Málaga CF acordada en 2020.

Acusaciones

Las acusaciones particulares, el Ayuntamiento de Málaga, Asociación de Pequeños Accionistas de Málaga CF y Management Empresarial Málaga SL también habían solicitado la apertura de juicio oral contra los procesados y habían presentado sus correspondientes escritos de acusación.

Además el letrado José Carlos Aguilera, personado por la sociedad Management Empresarial Málaga SL -del Grupo Bluebay- ha pedido que se acuerde una Orden Europea de Detención (OED) respecto a los Al-Thani, al entender que a lo largo del procedimiento han desarrollado una estrategia de defensa basada en no tener defensa, intentando «ignorar» su posición de querellados/investigados en el caso entes el juicio.

El procedimiento se remonta a diciembre de 2019, cuando la Asociación de Pequeños Accionistas (APA) del Málaga CF presentó una querella contra Al-Thani y sus hijos.

Casi una década en el club

Los Al-Thani llegaron al Málaga en 2010. El entonces presidente del club Fernando Sanz (ex futbolista del Real Madrid y del Málaga, e hijo del presidente madridista Lorenzo Sanz) fue quien contactó con el jeque, emparentado con la familia real catarí, según se expuso entonces como gran aval. El 25 de junio de 2010 el jeque se presentó en Málaga como nuevo dueño del club.

Al mismo tiempo que gestionaban al club de fútbol los Al-Thani también se implicaron en negocios y desarrollos urbanísticos. En Málaga citan algún hotel, aunque el más sonado fue la ampliación del puerto deportivo la Bajadilla de Marbella, que les fue adjudicado en 2011 a través de la sociedad Nas Marbella.

En esos primeros años parecía que el jeque nadaba en la abundancia Se hablaba de sus maravillosas cuadras repletas de purasangres, de garajes interminables con deportivos y coches de lujo, empresas y negocios fabulosos. No se escatimó para vestir a las grandes estrellas del momento de blanquiazul: se estima que se pagaron 20 millones por Cazorla.

Inicios de ensueño

Los primeros años fueron un sueño para la afición. El club firmó un acuerdo con la UNESCO, creó una Academia para mimar a la cantera y dirigido por Manuel Pellegrini se clasificó para la Champions tras quedar cuarto en Liga.

El Málaga deslumbró a Europa haciendo morder el polvo al Panathinaikos, Zenit de San Petesburgo, AC Milan o FC Porto. Un discutido arbitraje lo dejó fuera de las semifinales. Ese año en Málaga derrotó también en Liga al Real Madrid y tuvo contra las cuerdas al Barcelona en Copa. Ese era el nivel.

Pero al poco esa ilusión se desvaneció. En la ciudad hay quien asocia el principio del fin de los proyectos del jeque con las revoluciones de la primavera árabe en países como Libia, "como mera coincidencia", o al relevo de alguno de sus más estrechos colaboradores.

En el campo de fútbol los días de gloria fueron dejando paso a otros de menos lustre.

Ocaso

Y los negocios tampoco marchaban. En 2016 la Junta de Andalucía resolvió los contratos con Nas Marbella en el puerto deportivo por incumplimiento grave de las obligaciones esenciales, ya que no se habían iniciado las obras, ni se había hecho efectivo el pago del canon concesional correspondiente a parte de 2015 y 2016, que superaba los 1,4 millones de euros. Con esta resolución la Junta rescataba la concesión para poder realizar un nuevo concurso.

En 2017 el TSJA anuló las licencias concedidas para el puerto a Nas Marbella al considerar que se le concedió ese contrato indebidamente, pues no reunía los requisitos de solvencia técnica y económica acreditada que imponía la licitación, a la que concurrió siendo una empresa de nueva creación.

Y llegó el desastre: el equipo que tan buenas campañas había logrado acabó descendiendo en la temporada 2017/18.

Los líos llegaban a los despachos. El 19 de febrero de 2019 el juzgado acordó la administración judicial del club. Los Al Thani estaban fuera, aunque nominalmente aún eran accionistas.

Querellas

Al poco de su marcha del club trascendió un informe elaborado por el Grupo III de Blanqueo de la Comisaría Provincial de Málaga, que detectó irregularidades en el club por valor de más de 7 millones de euros en un primer momento, y que incluían créditos y pagos a la sociedad NAS Football para financiar un Audi o escapadas a Londres, pasando por la compra de acciones con el fin de asegurar su mayoría en el club.

A esas alturas el desprestigio empresarial y deportivo de los Al-Thani en Málaga era ya notable, hasta acabar con descensos y querellas, además de una guerra con la hotelera Bluebay por la titularidad del club, que sigue bajo tutela judicial.

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