
La crassula ovata, más conocida como el árbol de jade, es una de las plantas más apreciadas en la jardinería, gracias a su belleza y resistencia. Además, se la considera también una de las estrellas dentro del mundo del Feng Shui, pues, según esta filosofía, sus hojas redondeadas atraen la buena fortuna a casa.
Esta planta pertenece a la familia de las suculentas y al igual de que el resto de plantas, esta apenas requiere atención y cuidados. Ahora bien, tener en cuenta un par de factores podría marcar la diferencia. Por ejemplo, combinar una buena técnica de riego y de sustrato es clave para mantener a nuestro árbol de jade fuerte y vigoroso. Uno de los recursos más eficaces, y que poca gente conoce es el tipo de agua con el que se le riegue.
Por supuesto, nadie quiere arriesgarse a dañar sus plantas con un producto que quizás no sea beneficioso, pero lo cierto es que el agua de arroz, además de no llevar químicos, actúa como un potenciador natural gracias a su alto contenido en almidón. Entre sus beneficios destaca una mejor absorción de los nutrientes del abono y estimula el crecimiento de la planta.

El agua de arroz
SI hablamos del riego, la planta de jade actúa igual que el resto de las suculentas: no necesita mucha agua, ya que almacena líquido en sus hojas. Por lo general, la recomendación de los expertos es regarla cada siete a diez días con agua a temperatura ambiente. Hacerlo con agua de arroz es una forma excelente de fertilizarlas y aportarles un toque extra de nutrientes.
Cómo prepararla:
- Hierve el arroz sin sal ni aceite y retira del fuego cuando esté cocido.
- Filtra muy bien el agua de la cocción, es importante que esta quede libre de cualquier tipo de impurezas.
- Deja enfriar para que no dañe tu planta. Ahora bien, lo mejor es utilizarla en el día para que no pierda sus propiedades beneficiosas. Almacenarla no es una buena opción.
Como último consejo, para que estas plantas prosperen adecuadamente, es más que recomendable colocarlas en un sitio con una buena iluminación natural, ya que el árbol de jade necesita algunas horas de luz indirecta para realizar correctamente su fotosíntesis.