El Juzgado de Instrucción de Guardia de Valladolid ha decretado la libertad provisional para dos personas a las que sorprendieron vendiendo 145 kilos de cobre robado de una explotación agrícola de la localidad de Villarmentero de Esgueva y que, en su intento de huida, atropellaron a un agente del Instituto Armado.
En profundidad
Los dos encausados fueron detenidos en el marco de la denominada 'Operación Fredyro' por los delitos de atentado contra agente de la autoridad con resultado de lesiones, encubrimiento y robo con fuerza.
La investigación se inició cuando la Guardia Civil de Valladolid inspeccionaba un centro de reciclaje local como parte de sus labores de supervisión de establecimientos dedicados a la compra de metales, señala la Subdelegación del Gobierno a través de un comunicado.
Durante la inspección, los agentes observaron un vehículo sospechoso con tres ocupantes, uno de los cuales descargó varias bobinas de cobre y se dirigió al interior del establecimiento para venderlas.
La Guardia Civil al constatar que el material coincidía con el bobinado de un transformador trifásico de alta tensión, procedieron a la intervención del cobre y la identificación del vendedor. Paralelamente, otros agentes intentaron identificar a los ocupantes del vehículo.
Sin embargo, el conductor, al percatarse de la presencia policial, emprendió una huida agresiva y temeraria, atropellando a uno de los agentes y arrastrándolo varios metros. Como consecuencia del impacto, el agente sufrió diversas lesiones que requirieron asistencia médica.
Dada la gravedad de los hechos, se iniciaron las gestiones para identificar a los ocupantes del vehículo. En un principio, el individuo que intentó vender el cobre se negó a colaborar, pero el agente atropellado había logrado memorizar el rostro del conductor, además del modelo y matrícula del vehículo. Las pesquisas confirmaron que el vehículo estaba registrado a nombre de una menor, pero el conductor resultó ser su padre.
Además, las bobinas de cobre intervenidas coincidían con un transformador sustraído días antes en Villarmentero de Esgueva, lo que permitió consolidar la relación entre el robo y los detenidos. Asimismo, se han incautado 145 kilogramos de cobre procedentes del transformador sustraído.
Más detalles
Las investigaciones revelaron que los detenidos formaban parte de un grupo criminal dedicado a la sustracción de cobre de transformadores eléctricos de alta tensión y de cableado de instalaciones agrícolas y ganaderas.
Para llevar a cabo los robos, los delincuentes exploraban durante el día posibles objetivos en zonas rurales y, una vez seleccionados, regresaban de madrugada con vehículos de gran potencia. Utilizaban eslingas o cables de arrastre para derribar los transformadores instalados en postes de hormigón, trasladándolos a una zona apartada donde extraían las bobinas de cobre y abandonaban el resto de los mecanismos.
Después de esperar varios días para evitar ser detectados, vendían el cobre en centros de reciclaje o chatarrerías, en algunos casos empleando identidades falsas para evitar el rastreo de las ventas.
Las pesquisas permitieron identificar otro robo con el mismo modus operandi, por lo que la Guardia Civil continúa con las investigaciones para determinar si los detenidos están relacionados con más casos similares.
Como resultado de la Operación Fredyro, se ha logrado la detención de dos individuos por los delitos de atentado contra agente de la autoridad con resultado de lesiones, robo con fuerza en explotación agrícola y encubrimiento.
A tener en cuenta
Los detenidos, vecinos de Valladolid y viejos conocidos de las fuerzas de seguridad por otras operaciones policiales, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Valladolid, quedando en libertad tras prestar declaración en sede judicial.
La Guardia Civil sigue trabajando en la identificación de posibles colaboradores y en el estudio de documentación de establecimientos de reciclaje para localizar ventas realizadas por los detenidos o personas vinculadas a ellos.