
Uno de los principales problemas que puede dar el jardín es la aparición de malas hierbas, las cuales son muy complicadas de erradicar, dañando la estética del jardín o la terraza e, incluso, invadiendo el lugar en el que se encuentran otros vegetales, como plantas y cultivos.
De este modo, muchos expertos jardineros recomiendan usar un producto casero muy efectivo para eliminar estas malas hierbas: el vinagre blanco. Sin embargo, pocos saben que se debe combinar con otros dos ingredientes que hacen una mezcla mucho más efectiva contra estas malas hierbas.
Se trata de conseguir eliminar las malas hierbas sin necesidad de usar productos químicos, que son dañinos para el medioambiente y para la salud, además de tener un elevado precio, en algunos casos. Así, lo mejor es usar herbicidas naturales, como el vinagre blanco, al que combinar otros dos ingredientes que todo el mundo tiene en casa: jabón lavavajillas y sal.
La acción eficaz de vinagre, sal y jabón
Así lo recomienda el medio francés Linternaute, que destaca la eficacia del vinagre blanco como herbicida, ya que al rociarse directamente sobre las malas hierbas, seca las hojas y los tallos de las plantas, por lo que no pueden recibir agua y nutrientes, facilitando su eliminación.
Por su parte, la sal es capaz de provocar deshidratación, eliminando progresivamente la humedad del suelo y, por tanto, haciendo que se sequen las malas hierbas y sus raíces, mejorando su eliminación y aumentando la acción secante del vinagre blanco.
Sin embargo, este truco se debe usar con precaución, ya que el exceso de sal en el suelo hará, no solo que se eliminen las malas hierbas, sino también que sea complicado plantar cualquier otra cosa. Cambiar los niveles de salinidad en el suelo puede provocar que este quede infértil y sin posibilidad de plantar nada más. Así, se puede prescindir de ella y emplear el otro componente: jabón lavavajillas.
El jabón lavavajillas es incluso mejor remedio casero, ya que ayuda a romper la superficie hidrófoba de las hojas de las plantas, evitando su capacidad de absorción del agua, por lo que mejora el efecto del vinagre y la sal, permitiendo que se adhieran mejor y penetren en los tejidos de las malas hierbas.
Para usar este remedio casero, basta con coger un bote con pulverizador y verter el vinagre blanco diluido en agua, más o menos unos 30 ml de vinagre por cada litro de agua. Se puede añadir la sal o, como hemos dicho, prescindir de ella. En caso de echarla, habrá que añadir una cucharada de sal, así como un poco de lavavajillas.
Tras agitar bien la mezcla en el bote, basta con pulverizar estos ingredientes sobre las malas hierbas, asegurándote de que cubres toda la vegetación que quieras eliminar, incluyendo hojas y tallos de la posible maleza. Habrá que esperar varias horas o, incluso, todo la noche para que haga su efecto. En caso de que haya mucha maleza, se puede repetir el proceso.
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